El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado recientemente un decreto que impone tarifas del 25% sobre las exportaciones de Canadá y México a Estados Unidos, con efectos a partir del martes. Además, los recursos energéticos importados de Canadá enfrentarán un impuesto adicional del 10%, y las importaciones procedentes de China se verán sujetas a un arancel extra del 10% sobre las tarifas ya existentes.
En respuesta, Canadá y México han reaccionado de inmediato con medidas de represalia. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha anunciado una tarifa del 25% sobre numerosos productos estadounidenses, equivalentes a C$155 mil millones (£86 mil millones) en valor. México, bajo la dirección de su presidenta, Claudia Sheinbaum, también ha ordenado la implementación de nuevas medidas arancelarias y no arancelarias contra Estados Unidos. Asimismo, el ministerio de comercio de China ha declarado que presentará una demanda contra Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio.
Estas acciones han creado un ambiente de tensión y gran incertidumbre en los mercados financieros. Se prevé que el índice Nasdaq de Estados Unidos caiga un 1.4% al inicio de la jornada el lunes, y que el índice Dow Jones sufra una reducción del 0.8%. En el Reino Unido, el índice FTSE 100, que había alcanzado un máximo histórico la semana anterior, podría enfrentar una caída del 0.7%.
Donald Trump ha justificado la imposición de las tarifas citando una “amenaza mayor” relacionada con la inmigración ilegal y el tráfico de drogas provenientes de Canadá y México. Ha exigido a ambos países que detengan el flujo de fentanilo y de inmigrantes ilegales hacia Estados Unidos.
Expertos en economía han expresado sus preocupaciones sobre las posibles consecuencias de estas tarifas. Lawrence Summers, profesor de economía en la Universidad de Harvard, calificó las tarifas como "inexplicables y peligrosas", advirtiendo que afectan la competitividad de América del Norte. Klaas Knot, miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo, anticipó que estas medidas llevarían a una mayor inflación y tasas de interés en Estados Unidos, debilitando consecuentemente el euro.
Los efectos inmediatos en la economía incluyen un posible aumento en los precios de los combustibles en Estados Unidos, debido a las tarifas impuestas sobre el petróleo canadiense y mexicano. Chris Weston, de la correduría Pepperstone, ha previsto "una mayor volatilidad" en los mercados de divisas como resultado de las tensiones comerciales.
El impacto también se ha sentido en el mercado de criptomonedas, con Bitcoin cayendo a un mínimo de dos semanas por debajo de los $97,000.
Economistas han advertido que estas tarifas podrían llevar a Canadá y México a una recesión económica. Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics, señaló que estas tarifas podrían ser solo el comienzo de una destructiva guerra comercial global que afectaría gravemente a las economías involucradas.
Ante este panorama, se enfatiza la necesidad de monitorear de cerca los desarrollos y posibles negociaciones que puedan mitigar las tensiones y estabilizar los mercados globales.