El presidente de Colombia, Gustavo Petro, instó a los colombianos indocumentados en Estados Unidos a regresar al país, sugiriendo que dejaran sus trabajos de inmediato. El anuncio incluyó la promesa de ofrecer créditos productivos a través del Departamento de Prosperidad Social (DPS) como incentivo para su retorno. En su mensaje, Petro destacó la importancia del trabajo del pueblo para la producción de riqueza en el país.
Este llamado se produce tras un reciente incidente diplomático que casi llevó a una crisis entre Colombia y Estados Unidos. La negativa inicial de Petro a recibir aviones con migrantes deportados, quienes estaban esposados, tensó las relaciones. Sin embargo, la situación se resolvió cuando se confirmó que ninguno de los deportados tenía antecedentes penales. En total, 315 migrantes llegaron en tres vuelos, y se anticipa que cientos más continúen llegando, en el contexto de la política antinmigración de Donald Trump.
Para facilitar la reintegración de los deportados en la economía colombiana, Petro propuso la entrega de créditos productivos. No obstante, esta propuesta enfrenta obstáculos significativos. El Ministerio de Hacienda de Colombia decretó el aplazamiento de una parte considerable del presupuesto nacional debido a un déficit presupuestal. Aunque el DPS no verá recortes presupuestales, hasta el momento no tiene entre sus poblaciones objetivo a los retornados. Un vocero del DPS indicó que se están ultimando los detalles técnicos sobre cómo se otorgarán estas ayudas.
El presupuesto del Estado colombiano para 2025 ha sido considerado insuficiente. El Congreso rechazó un proyecto de financiamiento que buscaba recaudar 12 billones de pesos (aproximadamente 3.000 millones de dólares) en impuestos adicionales. Además, el país enfrenta dos situaciones críticas que ejercen presión sobre los recursos disponibles. Por un lado, la deportación masiva de colombianos y, por otro, una crisis humanitaria en el Catatumbo, donde aproximadamente 50.000 personas han sido desplazadas debido a enfrentamientos entre grupos armados. Estas demandas no previstas en el Presupuesto General de la Nación complican aún más la situación financiera.
Petro enfrenta el desafío de equilibrar la necesidad de apoyo a los retornados con las limitaciones presupuestales actuales. La decisión de ofrecer créditos productivos a través del DPS sin recortes en su presupuesto es una apuesta por la reintegración económica, aunque la implementación de estos créditos aún está en proceso de definición técnica.