Las condiciones climáticas adversas en Brasil, el mayor productor y exportador de café del mundo, han desencadenado una crisis en el mercado del café. La temperatura alcanzó los 44 grados centígrados, afectando gravemente las plantaciones y reduciendo la oferta global del grano por cuarto año consecutivo. Este fenómeno ha provocado que el precio de la libra de café arábica en la Bolsa de Nueva York se eleve a 2,70 dólares, equivalente a 11,301 pesos colombianos.
Durante los meses de agosto y septiembre, la situación se ha agravado, contribuyendo a un incremento del 43% en los precios a lo largo del año. A pesar de estas cifras, las exportaciones de café colombiano han aumentado un 36% en la primera mitad de 2024 comparado con el mismo periodo en 2023. Esto refleja un esfuerzo continuo por parte de los productores colombianos para aprovechar la demanda mundial en medio de un mercado inestable.
El impacto de la sequía no solo afecta los precios internacionales, sino también el mercado interno de Colombia. El costo de una carga de 125 kilos de café pergamino seco ha subido aproximadamente a 2.200.000 pesos (525 dólares), un aumento significativo desde los 1.360.000 pesos registrados el año anterior. Esta alza de precios empieza en un punto crítico, con los caficultores comenzando la cosecha del segundo semestre, que representa el 60% de la producción anual. Los productores esperan precios entre 1.800.000 y 2.000.000 pesos para que sus cosechas sean rentables.
El déficit hídrico generado por las condiciones climáticas adversas también ha afectado la calidad del grano. Se corre el riesgo de que las cerezas de café presenten bajo peso, afectando directamente a los pequeños productores, quienes representan el 90% del total de caficultores y cultivan en parcelas de menos de cinco hectáreas, contribuyendo al 60% de la producción nacional.
De otro lado, la inflación en Colombia ha mostrado una tendencia a la baja, disminuyendo del 13,4% en marzo de 2023 al 6,1% en agosto de 2024. Sin embargo, el costo de los alimentos sigue siendo una preocupación crítica. Adicionalmente, los problemas logísticos provocados por conflictos geopolíticos y fenómenos climáticos como El Niño y La Niña han afectado tanto la exportación de café como la importación de insumos agrícolas, complicando aún más el panorama para los caficultores.
Esta situación refleja un año regular para muchos caficultores, quienes buscan compensar pérdidas acumuladas en años anteriores con los actuales precios altos. La cadena de suministro global sigue enfrentando desafíos significativos debido a la combinación de factores climáticos y económicos. Brasil representa casi un tercio de la producción mundial de café, una cifra que pone en perspectiva el impacto global de las adversidades climáticas en este país.