Donald Trump ha emprendido una ofensiva pública contra el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien dirige Ucrania en medio del conflicto con Rusia. En sus declaraciones más recientes, Trump ha calificado a Zelensky como un "dictador sin elecciones" y criticó su gestión al frente del país, asegurando que su desempeño ha sido "terrible". Asimismo, el presidente responsabilizó al propio país invadido por la ocurrencia del conflicto con Rusia.
Desde que asumió el cargo hace un mes, Trump ha mostrado una actitud de confrontación hacia Ucrania y particularmente contra Zelensky. En días pasados, afirmó sin evidencia que Zelensky cuenta con un "pírrico" apoyo del 4% en encuestas y relató un episodio en el que, según él, el presidente ucraniano se quedó dormido antes de una reunión con Scott Besset, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Esta retórica ha generado una sensación de traición y desconcierto en el entorno gubernamental y social de Ucrania, un país que percibe grietas en su relación con su principal aliado occidental. La ley marcial en Ucrania, imperante debido al estado de guerra, ha impedido la convocatoria a elecciones, un factor que ha sido aprovechado por Trump para sustentar sus críticas, aunque la mayoría de los políticos y ciudadanos ucranianos considera inviable realizar comicios en estas circunstancias.
Por su parte, Zelensky se pronunció el 19 de febrero para rechazar las declaraciones de Trump, acusándolo de estar inmerso en una "burbuja de desinformación". Cabe recordar que, previo a la campaña presidencial de Trump, este mismo líder estadounidense había descrito alguna vez a Zelensky como "el mejor vendedor del mundo", en referencia a los montos de ayuda conseguidos durante las visitas a Washington.
La situación escaló aún más con la reunión entre representantes de la Casa Blanca y el Kremlin el 18 de febrero en Riad, Arabia Saudita, a espaldas del gobierno de Ucrania. Trump confirmó que prevé un encuentro con Vladimir Putin este mismo mes, lo que provocó que Zelensky cancelara un viaje oficial a Arabia Saudita.
A la campaña de Trump se han sumado figuras como J. D. Vance, su vicepresidente, y el empresario Elon Musk. Este respaldo ha generado mayor preocupación entre los analistas, que han descrito los movimientos del presidente como un "apuñalamiento por la espalda" hacia Ucrania. La incertidumbre sobre el nivel de apoyo estadounidense hacia Kiev bajo el mandato de Trump preocupa profundamente en Ucrania.
Timofei Milovanov, exministro de Economía de Ucrania, instó a su país y a su gobierno a comportarse con cautela y a contener las emociones sobre las acciones y declaraciones de Trump. Sin embargo, otros pertos advierten que el no reconocimiento de la legitimidad de Zelensky por parte del presidente estadounidense podría acarrear consecuencias serias para Kiev en su lucha contra la invasión rusa.
En definitiva, el conflicto diplomático entre Trump y Zelensky evidencia el deterioro de las relaciones entre ambos países. Las acusaciones y las crecientes presiones ponen en una posición desfavorable a Ucrania, que enfrenta una guerra prolongada con Rusia mientras lidia con señales ambiguas de apoyo desde Washington.