El reciente fallo de la Cámara de Casación Penal de Argentina ha confirmado la condena de seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos impuesta a la expresidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La decisión, emitida el 13 de noviembre de 2024, se deriva de un caso de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, relacionado con la concesión de 51 contratos de obras públicas a la empresa del empresario Lázaro Báez durante su mandato.
La sentencia original fue dictada en diciembre de 2022 por el Tribunal Oral Federal 2. La investigación reveló que los contratos, otorgados casi en su totalidad en la provincia de Santa Cruz, significaron un fraude estimado en alrededor de 1.000 millones de dólares para el Estado argentino. Las obras, adjudicadas a la empresa Austral Construcciones de Báez, constituyen aproximadamente el 85% de los contratos viales en esa región.
Durante el juicio se expusieron irregularidades significativas en la concesión de estas obras. Lázaro Báez, quien pasó de ser un empleado bancario a magnate de la construcción, fue acusado de crear esta empresa específicamente para beneficiarse de las licitaciones estatales.
Cristina Fernández ha negado todas las acusaciones en su contra y podría apelar la sentencia ante la Corte Suprema de Argentina, lo que le permite mantenerse en libertad mientras se resuelve su caso. Se espera que la Corte Suprema emita su veredicto en marzo de 2025.
Tras conocerse el fallo, Fernández realizó una transmisión en vivo a través de YouTube, donde defendió su inocencia y atacó a los fiscales, a quienes acusó de presentar pruebas falsas y de formar parte de un "lawfare" en su contra, involucrando un "Estado paralelo" dentro del sistema judicial argentino.
Este caso ha sido sin duda una de las mayores maniobras de corrupción en la historia reciente de Argentina, con profundas implicaciones para el futuro político de Fernández y su partido, el kirchnerismo. Lázaro Báez, central en este caso, es un personaje polémico que comenzó su carrera como empleado bancario antes de convertirse en uno de los empresarios más influyentes en la industria de la construcción en Argentina.