Ciencia

Investigadores Australianos Crean un Dinosaurio a Escala Nanométrica con Bloques de ADN

Investigadores de la Universidad de Sydney han logrado desarrollar nanorobots utilizando ADN, capaces de autoensamblarse en diversas formas a escala nanométrica. Esta innovación fue publicada en la revista Science Robotics, mostrando un impacto potencial en la biomedicina y otros campos tecnológicos.

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Investigadores Australianos Crean un Dinosaurio a Escala Nanométrica con Bloques de ADN

Investigadores de la Universidad de Sydney han logrado desarrollar nanorobots utilizando ADN, capaces de autoensamblarse en diversas formas a escala nanométrica. Esta innovación fue publicada en la revista Science Robotics, mostrando un impacto potencial en la biomedicina y otros campos tecnológicos.

“Nuestro trabajo abre nuevas posibilidades para la entrega de medicamentos y el desarrollo de materiales inteligentes”

- Afirmó el Dr. Minh Tri Luu.

30/11/2024

Investigadores de la Universidad de Sydney han alcanzado un hito significativo en la tecnología de nanorobots al utilizar ADN como material modular para crear formas y estructuras a una escala nanométrica. Este avance, detallado en un artículo publicado en la revista Science Robotics, demuestra el uso pionero del ADN para edificar complejas estructuras tridimensionales miles de veces más estrechas que un cabello humano.

El equipo, liderado por el Dr. Minh Tri Luu y la Dra. Shelley Wickham, empleó un método conocido como origami de ADN para formar "voxeles", bloques de construcción tridimensionales. Este proceso consiste en plegar ADN extraído de un virus bacteriófago en formas cilíndricas, las cuales se unen mediante ADN sintético. Para el ensamblaje de los voxeles, se utilizaron 300 secuencias únicas de ADN que funcionan como un sistema de "velcro", permitiendo que se unan en ubicaciones predefinidas en un proceso de autoensamblaje.

Unos de los logros más destacados del equipo incluyen la creación de un dinosaurio de 250 nanómetros de ancho y un mapa de Australia de 150 nanómetros de ancho, entre más de 50 formas construidas a escala nanométrica.

Este avance tiene aplicaciones potenciales prometedoras en varios campos. En el ámbito de la biomedicina, los nanorobots podrían envolver medicamentos y liberarlos directamente en áreas específicas del cuerpo, utilizando señales biológicas. Este método podría aumentar la eficacia del tratamiento del cáncer y disminuir los efectos secundarios. También se está explorando el desarrollo de materiales que respondan a estímulos ambientales, como temperatura o pH, lo cual podría transformar tanto la medicina como la electrónica. Además, estos nanorobots podrían mejorar la velocidad y precisión en el procesamiento de señales ópticas, impactando tecnologías de diagnóstico médico y seguridad.

El proyecto no solo subraya la importancia del ADN como material de construcción, sino también la relevancia de la colaboración interdisciplinaria. La investigación recibió apoyo del Consejo de Investigación de Australia y la Beca de Investigación Westpac, junto con otras instituciones, destacando un enfoque colectivo en la consecución de avances científicos innovadores.

Algo Curioso

“Nuestro trabajo abre nuevas posibilidades para la entrega de medicamentos y el desarrollo de materiales inteligentes”

- Afirmó el Dr. Minh Tri Luu.

Nov 30, 2024
Colglobal News

Investigadores de la Universidad de Sydney han alcanzado un hito significativo en la tecnología de nanorobots al utilizar ADN como material modular para crear formas y estructuras a una escala nanométrica. Este avance, detallado en un artículo publicado en la revista Science Robotics, demuestra el uso pionero del ADN para edificar complejas estructuras tridimensionales miles de veces más estrechas que un cabello humano.

El equipo, liderado por el Dr. Minh Tri Luu y la Dra. Shelley Wickham, empleó un método conocido como origami de ADN para formar "voxeles", bloques de construcción tridimensionales. Este proceso consiste en plegar ADN extraído de un virus bacteriófago en formas cilíndricas, las cuales se unen mediante ADN sintético. Para el ensamblaje de los voxeles, se utilizaron 300 secuencias únicas de ADN que funcionan como un sistema de "velcro", permitiendo que se unan en ubicaciones predefinidas en un proceso de autoensamblaje.

Unos de los logros más destacados del equipo incluyen la creación de un dinosaurio de 250 nanómetros de ancho y un mapa de Australia de 150 nanómetros de ancho, entre más de 50 formas construidas a escala nanométrica.

Este avance tiene aplicaciones potenciales prometedoras en varios campos. En el ámbito de la biomedicina, los nanorobots podrían envolver medicamentos y liberarlos directamente en áreas específicas del cuerpo, utilizando señales biológicas. Este método podría aumentar la eficacia del tratamiento del cáncer y disminuir los efectos secundarios. También se está explorando el desarrollo de materiales que respondan a estímulos ambientales, como temperatura o pH, lo cual podría transformar tanto la medicina como la electrónica. Además, estos nanorobots podrían mejorar la velocidad y precisión en el procesamiento de señales ópticas, impactando tecnologías de diagnóstico médico y seguridad.

El proyecto no solo subraya la importancia del ADN como material de construcción, sino también la relevancia de la colaboración interdisciplinaria. La investigación recibió apoyo del Consejo de Investigación de Australia y la Beca de Investigación Westpac, junto con otras instituciones, destacando un enfoque colectivo en la consecución de avances científicos innovadores.

Investigadores de la Universidad de Sydney han alcanzado un hito significativo en la tecnología de nanorobots al utilizar ADN como material modular para crear formas y estructuras a una escala nanométrica. Este avance, detallado en un artículo publicado en la revista Science Robotics, demuestra el uso pionero del ADN para edificar complejas estructuras tridimensionales miles de veces más estrechas que un cabello humano.

El equipo, liderado por el Dr. Minh Tri Luu y la Dra. Shelley Wickham, empleó un método conocido como origami de ADN para formar "voxeles", bloques de construcción tridimensionales. Este proceso consiste en plegar ADN extraído de un virus bacteriófago en formas cilíndricas, las cuales se unen mediante ADN sintético. Para el ensamblaje de los voxeles, se utilizaron 300 secuencias únicas de ADN que funcionan como un sistema de "velcro", permitiendo que se unan en ubicaciones predefinidas en un proceso de autoensamblaje.

Unos de los logros más destacados del equipo incluyen la creación de un dinosaurio de 250 nanómetros de ancho y un mapa de Australia de 150 nanómetros de ancho, entre más de 50 formas construidas a escala nanométrica.

Este avance tiene aplicaciones potenciales prometedoras en varios campos. En el ámbito de la biomedicina, los nanorobots podrían envolver medicamentos y liberarlos directamente en áreas específicas del cuerpo, utilizando señales biológicas. Este método podría aumentar la eficacia del tratamiento del cáncer y disminuir los efectos secundarios. También se está explorando el desarrollo de materiales que respondan a estímulos ambientales, como temperatura o pH, lo cual podría transformar tanto la medicina como la electrónica. Además, estos nanorobots podrían mejorar la velocidad y precisión en el procesamiento de señales ópticas, impactando tecnologías de diagnóstico médico y seguridad.

El proyecto no solo subraya la importancia del ADN como material de construcción, sino también la relevancia de la colaboración interdisciplinaria. La investigación recibió apoyo del Consejo de Investigación de Australia y la Beca de Investigación Westpac, junto con otras instituciones, destacando un enfoque colectivo en la consecución de avances científicos innovadores.

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