Desde que Elon Musk mostró su apoyo a Donald Trump en las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos, los propietarios de Tesla han manifestado un creciente descontento. La repercusión se ha reflejado en un notable incremento en las ventas de adhesivos críticos contra Musk, una tendencia que alcanzó su punto máximo el día después de las elecciones.
Matt Hiller, un vendedor de adhesivos en Hawái, reportó que sus ventas han experimentado el día más exitoso hasta la fecha gracias a la demanda de productos como “Anti Elon Tesla Club” y “Compré esto antes de que Elon se volviera loco”.
El malestar no se limita a solo una región. Mika Houston, profesora de gimnasia en Las Vegas, expresó su incomodidad con la asociación de su Tesla Model 3 con Elon Musk. Similarmente, Pamela Perkins, una fotógrafa ubicada en Silicon Valley, está considerando vender su Tesla Model Y ante la percepción de que Musk ha pasado de ser una figura de admiración a una figura desacreditada.
Estos sentimientos parecen estar afectando las finanzas de Tesla. Aunque la empresa sigue siendo el mayor fabricante de automóviles eléctricos en Estados Unidos, se prevé una caída del 7% en sus ventas para el último trimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este reflujo se atribuye a una creciente competencia y una línea de productos que algunos opinan está mostrando signos de estancamiento.
El cambio en la percepción pública de Musk, cuya fortuna se estima en $314 mil millones, ha sido abrupto. Anteriormente considerado un pionero en la lucha contra el cambio climático, su apoyo a Trump y la retórica polarizadora han afectado negativamente su imagen especialmente entre los consumidores liberales, quienes representan una parte significativa del mercado de vehículos eléctricos.
Las implicaciones políticas también juegan un rol crucial en esta situación. Con Trump en la presidencia, se anticipan medidas que podrían afectar el negocio de Tesla. Trump ha criticado la transición hacia vehículos eléctricos y ha propuesto eliminar los incentivos fiscales que facilitan su compra, lo que podría impactar negativamente las ventas de Tesla.
El fenómeno de la desaprobación a Musk no solo se ha reflejado en opiniones, sino también en datos de mercado. Stacey Davis, otra vendedora de adhesivos anti-Musk, informó un aumento del 800% en sus ventas desde las elecciones. "Es evidente que los propietarios desean expresar su descontento de forma visible", comentó Davis.
El entorno actual plantea varias incógnitas sobre el futuro de Tesla y sobre cómo las acciones de Musk influirán en la compañía. A pesar de los desafíos, Tesla sigue liderando el mercado de automóviles eléctricos en EE. UU., aunque enfrenta una encrucijada complicada debido a las políticas, competencia y percepción pública.