Honda y Nissan han anunciado sus planes de fusionarse mediante la firma de un memorando de entendimiento el pasado 23 de diciembre de 2024, en un acuerdo que podría crear el tercer mayor fabricante de automóviles del mundo por ventas, solo superado por Toyota y Volkswagen. La fusión, valorada en más de 50 mil millones de dólares, tiene como propósito aunar recursos y tecnologías para enfrentar la creciente competencia en el segmento de vehículos eléctricos.
Mitsubishi Motors, parte de la alianza existente con Nissan, se encuentra en conversaciones para unirse a la fusión, con una decisión final esperada para enero de 2025. Esta nueva entidad produciría aproximadamente 8 millones de vehículos al año, contrastando con los 11.5 millones que produjo Toyota en 2023, y superando a su vez los 4 millones y 3.4 millones que fabricaron Honda y Nissan respectivamente.
El acuerdo formal de esta fusión está previsto para junio de 2025, con la finalización del mismo esperada para agosto de 2026. La importancia de esta alianza radica en compartir plataformas y sistemas de propulsión entre Honda, Nissan y Mitsubishi, lo que se proyecta reducirá significativamente los costos en el desarrollo de vehículos eléctricos, híbridos e híbridos enchufables.
Este anuncio llega en un momento crítico para Nissan y Honda, que enfrentan desafíos financieros significativos. Nissan reportó una caída del 90% en sus ganancias netas en la mitad de 2024 respecto al año anterior y anunció la eliminación de 9,000 empleos, lo que representa aproximadamente el 6% de su fuerza laboral global, además de una reducción del 20% en su capacidad de producción. Por su parte, Honda también ha experimentado una disminución en sus ganancias, con una caída de casi el 20% en el primer semestre del año fiscal.
La creciente presión competitiva de los fabricantes de vehículos eléctricos chinos como BYD y Nio ha sido un factor impulsor detrás de esta fusión. La participación de Mitsubishi podría fortalecer a la nueva entidad con su experiencia en el mercado de camionetas y su sólida presencia en la región Asia-Pacífico.
Sin embargo, esta fusión también plantea interrogantes sobre el futuro de la actual alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, dado que Renault posee una participación significativa en Nissan. Carlos Ghosn, ex-presidente de Nissan, ha calificado este movimiento como un "movimiento desesperado", cuestionando la viabilidad de las sinergias entre las compañías involucradas.
El consenso en la industria es que la fusión representa una respuesta estratégica a un mercado en rápida transformación hacia la electrificación y la sostenibilidad. Honda, Nissan y potencialmente Mitsubishi esperan que esta unión les permita no solo mejorar su competitividad, sino también liderar en innovación y desarrollo tecnológico en un sector en evolución.