Desde la medianoche del 1 de enero de 2025, Ucrania ha cortado el suministro de gas ruso hacia la Unión Europea, una decisión que marca el fin del acuerdo de tránsito que había estado en vigor desde 2019 y que expiró el 31 de diciembre de 2024. Gazprom, la compañía estatal rusa, confirmó que el flujo de gas se detuvo a las 08:00 hora local (05:00 GMT).
El gasoducto de tránsito de Ucrania tenía la capacidad máxima de 150 mil millones de metros cúbicos (bcm) al año. No obstante, el flujo de gas había sido limitado desde mayo de 2022 a solo 15 bcm anuales, equivalente a una pequeña fracción del consumo de gas de la UE. La interrupción ha tenido un impacto significativo en varios frentes.
Ucrania, que recibía ingresos provenientes del tránsito de gas, estima que estos representaban el 0,5% de su Producto Interno Bruto (PIB), aproximadamente 800 millones de dólares (770 millones de euros) anuales. El ministro de Energía ucranio, German Galushchenko, declaró que esta decisión se tomó en interés de la seguridad nacional.
La interrupción del suministro también ha afectado a Moldavia, que no es parte de la UE. La región separatista de Transnistria, que dependía completamente del gas ruso y recibía 5,7 millones de metros cúbicos diariamente, ha tenido que cortar la calefacción y el agua caliente desde las 07:00 hora local del 1 de enero. Gazprom había amenazado con suspender el suministro a Moldavia debido a una supuesta deuda de casi 700 millones de euros, una cifra que el gobierno moldavo ha cuestionado.
Reacciones políticas han proliferado en ambos lados. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó la interrupción como "una de las mayores derrotas de Moscú". Por otra parte, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, advirtió que esta medida tendría un "impacto drástico" en la Unión Europea, pero no en Rusia. Fico también amenazó con cortar el suministro de electricidad a Ucrania si se concretaba el corte de gas.
La situación ha resaltado las medidas que la Unión Europea ha tomado para diversificar sus fuentes de gas. En 2023, la dependencia del gas ruso había disminuido a menos del 10% de las importaciones de gas de la UE, en comparación con el 40% que representaba en 2021. A pesar de la interrupción, se espera que la UE pueda compensar la pérdida de gas ruso utilizando gas natural licuado (GNL) de otras fuentes, como Qatar y Estados Unidos.
En Transnistria, la empresa Tirasteploenergo ha instado a los residentes a prepararse para el frío sugiriéndoles que se vistan abrigadamente y utilicen calefactores eléctricos, durante la suspensión del suministro de gas, prohibiendo el uso de estufas de gas o eléctricas para calentar los apartamentos.
Desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia en marzo de 2022, la exportación de combustibles fósiles ha generado más de 813.000 millones de euros, de los cuales casi 170.000 millones derivan de la venta de gas natural, siendo la UE un destino principal de estos recursos.