Elon Musk, reconocido empresario y fundador de Tesla y SpaceX, ha intensificado su influencia en el círculo cercano del expresidente Donald Trump, lo que ha causado preocupación debido a sus amplios intereses comerciales en China. Su empresa Tesla ha recibido préstamos de bancos estatales chinos que ascienden a 1.4 mil millones de dólares, y su fábrica en Shanghai debe cumplir con estrictas leyes de intercambio de información impuestas por Beijing.
A esta situación se suma la inversión de aproximadamente 250 millones de dólares que Musk realizó para apoyar la reelección de Trump, lo cual ha puesto bajo el radar las relaciones políticas y financieras entre ambos.
Tres entidades federales están investigando a Musk por no divulgar reuniones con líderes extranjeros, un requisito bajo su autorización de seguridad. Estas investigaciones han sido iniciadas por la Fuerza Aérea de EE. UU., la Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa y el Subsecretario de Defensa para Inteligencia. El enfoque principal es determinar el alcance de las conexiones de Musk con gobiernos extranjeros, en particular China y Rusia.
En el ámbito diplomático, Musk ha sugerido que Taiwán podría convertirse en una "zona administrativa especial" de China, una propuesta que fue bien recibida por Beijing. Además, desde finales de 2022, hubo informes sobre comunicaciones regulares entre Musk y el presidente ruso Vladimir Putin. Estas revelaciones llevaron a dos senadores demócratas a solicitar una investigación sobre los contratos gubernamentales de SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk.
El exgeneral Russel Honoré ha manifestado que si las investigaciones federales corroboran conexiones significativas de Musk con China y Rusia, el gobierno debería considerar revocar su autorización de seguridad. Honoré también sugirió que se busquen alternativas a los servicios de lanzamiento proporcionados por SpaceX para salvaguardar la seguridad nacional.
Las inquietudes se centran en el riesgo de que China tenga acceso a información clasificada y de seguridad nacional de EE. UU., lo cual sería un grave problema según Honoré. Las posibles acciones a adoptar, dependiendo de los resultados de las investigaciones, podrían tener implicaciones importantes tanto para Musk como para sus empresas.
Mientras continúan las investigaciones, la situación destaca la intersección entre negocios internacionales, seguridad nacional y política, y plantea preguntas sobre hasta qué punto las relaciones empresariales pueden influir en decisiones gubernamentales críticas. Elon Musk, además de ser el CEO de Tesla y SpaceX, también ha sido una figura clave en el desarrollo de otras empresas como Neuralink y The Boring Company, lo que le otorga un vasto influjo en varias industrias tecnológicas.