El vicepresidente estadounidense JD Vance declaró el 3 de abril de 2025 que Elon Musk mantendrá su papel como asesor cercano del presidente Donald Trump, incluso después de finalizar su tiempo formal en el Departamento de Eficiencia del Gobierno (DOGE). Como empleado gubernamental especial, Musk está limitado a un máximo de 130 días de servicio, que concluirán a finales de mayo de 2025.

Musk, quien ha desempeñado un papel en reducir la burocracia y mejorar la eficiencia del gobierno federal desde el Departamento DOGE, se encuentra bajo una orden ejecutiva de Trump que continuará vigorosa hasta el año 2026. Vance también desmintió los informes que sugerían una renuncia anticipada, calificándolos de "noticias falsas". Por su parte, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, describió las publicaciones al respecto como "basura".

A pesar de tener una figura pública prominente y ser reconocido por su influencia, la participación de Musk en varias iniciativas políticas no ha estado exenta de polémica. Una situación reciente que generó críticas fue su respaldo a un candidato conservador en la elección judicial de Wisconsin, en la que Musk invirtió millones. El candidato respaldado por Musk perdió por un margen significativo de casi 10 puntos, marcando una contienda que se convirtió en la más costosa en la historia electoral judicial del país.

Estos resultados han desatado discusiones dentro de la administración sobre su efectividad como activo político, considerando el impacto de su involucramiento. Algunos observan que su popularidad ha decrecido, planteando dudas sobre su papel futuro tanto en el entorno gubernamental como en la política.

A pesar de la controversia, Vance defendió la relevancia del trabajo de Musk en DOGE, asegurando que las contribuciones que el empresario multimillonario ha realizado no cesarán tras su salida oficial. Musk, según el vicepresidente, permanecerá comprometido con las prioridades de la administración Trump como asesor informal.

El contexto político también ha influido en la percepción pública de Musk. La derrota de un candidato en Wisconsin y su asociación con políticas conservadoras bajo Trump han generado tensiones y especulaciones sobre los retos que podría enfrentar al mantenerse como una figura política influyente, mientras trabaja simultáneamente para concretar reformas dentro del gobierno federal.

En resumen, aunque Elon Musk concluirá oficialmente su periodo formal como empleado del gobierno, su relación con la administración Trump no terminará. Continuará desempeñándose como asesor estratégico, destacando que los esfuerzos en eficiencia y reestructuración a través de DOGE avanzarán más allá de su partida en mayo.

El límite de 130 días para empleados gubernamentales especiales como Elon Musk es una regulación específica destinada a mantener la transparencia y evitar conflictos de interés en posiciones temporales dentro de la administración pública de Estados Unidos.