Ciencia

El asteroide Bennu contiene un kit básico para la vida: muestras recolectadas por la NASA revelan miles de compuestos orgánicos

La misión OSIRIS-REx de la NASA ha revelado que el asteroide 101955 Bennu contiene una variedad significativa de compuestos orgánicos y minerales, fundamentales para la creación de vida, tras el análisis de muestras recolectadas en 2020 y traídas a la Tierra en 2023.

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El asteroide Bennu contiene un kit básico para la vida: muestras recolectadas por la NASA revelan miles de compuestos orgánicos

La misión OSIRIS-REx de la NASA ha revelado que el asteroide 101955 Bennu contiene una variedad significativa de compuestos orgánicos y minerales, fundamentales para la creación de vida, tras el análisis de muestras recolectadas en 2020 y traídas a la Tierra en 2023.

El descubrimiento de compuestos orgánicos en Bennu apoya la teoría de que la vida en la Tierra podría tener un origen extraterrestre".

1/2/2025

El asteroide 101955 Bennu, con un diámetro aproximado de 500 metros, ha sido objeto de análisis detallados tras la recolección de muestras por parte de la sonda OSIRIS-REx de la NASA. Esta misión se realizó el 20 de octubre de 2020, recolectando alrededor de 120 gramos de material, aproximadamente el peso de un plátano, que fueron traídos a la Tierra en septiembre de 2023. Los estudios recientes han arrojado que Bennu contiene una variedad significativa de compuestos orgánicos y minerales que podrían ser considerados como los "bloques básicos" para la creación de vida.

El asteroide Bennu debe su nombre a un ave mitológica egipcia que simboliza la muerte, el renacimiento y el sol, lo que resulta particularmente apropiado dado el interés del asteroide en los orígenes de la vida.

Se han identificado miles de compuestos orgánicos en las muestras analizadas. Entre ellos destacan 14 de los 20 aminoácidos necesarios para formar proteínas en la Tierra, cruciales para el desarrollo de la vida tal como la conocemos. Además, se encontraron las cinco nucleobases que componen el ADN y ARN: adenina, guanina, citosina, timina y uracilo, las cuales son esenciales para la codificación genética. También se detectó un alto contenido de amoniaco y nitrógeno, elementos importantes en las reacciones bioquímicas.

Las muestras de Bennu contienen una serie de minerales que incluyen fosfatos, carbonatos de sodio, sulfatos, cloruros, y fluoruros. Las investigaciones han destacado que estos minerales son especialmente ricos en fósforo, un elemento escaso en la Tierra pero vital para la vida, formando parte del ADN y de las moléculas de ATP que almacenan energía. La composición mineral también presenta carbonatos, como la calcita y la dolomita, y sulfatos que sugieren una posible presencia de agua en el pasado.

Los estudios señalan que Bennu se formó hace aproximadamente 65 millones de años, a partir de los restos de un asteroide parental que data de hace 4.500 millones de años. Este asteroide parental contenía agua, que al evaporarse dejó una mezcla de sales y minerales, formando lo que los científicos describen como un "caldo salado" que facilitó la creación de compuestos orgánicos.

Los hallazgos tienen implicaciones significativas en el campo de la astrobiología. Sugieren que los ingredientes para la vida en la Tierra podrían haber sido transportados por asteroides como Bennu. Esto apoya la teoría de panspermia, que propone que la vida en nuestro planeta tiene un origen extraterrestre. Según la investigación, los asteroides habrían aportado no solo agua, sino también moléculas orgánicas complejas esenciales para el desarrollo de la vida.

Las muestras recolectadas, de 120 gramos en total, se obtuvieron desde una distancia alrededor de 300 millones de kilómetros (186 millones de millas) de la Tierra en el momento de la recolección. Los análisis por difracción de rayos X revelaron que la composición mineral incluye más de 10% de sulfuros, 5% de magnetita y 3% de carbonatos. El amoniaco encontrado en cantidades significativas es crucial para las reacciones bioquímicas complejas.

Los resultados de estos análisis han sido publicados en prestigiosas revistas científicas como Nature Astronomy, que detallan las características de las muestras y su relevancia en la comprensión de los procesos que llevaron a la formación del sistema solar y la posible aparición de vida.

Este descubrimiento no solo enriquece nuestro conocimiento sobre el asteroide Bennu, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre el origen de la vida en la Tierra y en otros cuerpos celestes dentro de nuestro sistema solar.

Algo Curioso

El descubrimiento de compuestos orgánicos en Bennu apoya la teoría de que la vida en la Tierra podría tener un origen extraterrestre".

Feb 1, 2025
Colglobal News

El asteroide 101955 Bennu, con un diámetro aproximado de 500 metros, ha sido objeto de análisis detallados tras la recolección de muestras por parte de la sonda OSIRIS-REx de la NASA. Esta misión se realizó el 20 de octubre de 2020, recolectando alrededor de 120 gramos de material, aproximadamente el peso de un plátano, que fueron traídos a la Tierra en septiembre de 2023. Los estudios recientes han arrojado que Bennu contiene una variedad significativa de compuestos orgánicos y minerales que podrían ser considerados como los "bloques básicos" para la creación de vida.

El asteroide Bennu debe su nombre a un ave mitológica egipcia que simboliza la muerte, el renacimiento y el sol, lo que resulta particularmente apropiado dado el interés del asteroide en los orígenes de la vida.

Se han identificado miles de compuestos orgánicos en las muestras analizadas. Entre ellos destacan 14 de los 20 aminoácidos necesarios para formar proteínas en la Tierra, cruciales para el desarrollo de la vida tal como la conocemos. Además, se encontraron las cinco nucleobases que componen el ADN y ARN: adenina, guanina, citosina, timina y uracilo, las cuales son esenciales para la codificación genética. También se detectó un alto contenido de amoniaco y nitrógeno, elementos importantes en las reacciones bioquímicas.

Las muestras de Bennu contienen una serie de minerales que incluyen fosfatos, carbonatos de sodio, sulfatos, cloruros, y fluoruros. Las investigaciones han destacado que estos minerales son especialmente ricos en fósforo, un elemento escaso en la Tierra pero vital para la vida, formando parte del ADN y de las moléculas de ATP que almacenan energía. La composición mineral también presenta carbonatos, como la calcita y la dolomita, y sulfatos que sugieren una posible presencia de agua en el pasado.

Los estudios señalan que Bennu se formó hace aproximadamente 65 millones de años, a partir de los restos de un asteroide parental que data de hace 4.500 millones de años. Este asteroide parental contenía agua, que al evaporarse dejó una mezcla de sales y minerales, formando lo que los científicos describen como un "caldo salado" que facilitó la creación de compuestos orgánicos.

Los hallazgos tienen implicaciones significativas en el campo de la astrobiología. Sugieren que los ingredientes para la vida en la Tierra podrían haber sido transportados por asteroides como Bennu. Esto apoya la teoría de panspermia, que propone que la vida en nuestro planeta tiene un origen extraterrestre. Según la investigación, los asteroides habrían aportado no solo agua, sino también moléculas orgánicas complejas esenciales para el desarrollo de la vida.

Las muestras recolectadas, de 120 gramos en total, se obtuvieron desde una distancia alrededor de 300 millones de kilómetros (186 millones de millas) de la Tierra en el momento de la recolección. Los análisis por difracción de rayos X revelaron que la composición mineral incluye más de 10% de sulfuros, 5% de magnetita y 3% de carbonatos. El amoniaco encontrado en cantidades significativas es crucial para las reacciones bioquímicas complejas.

Los resultados de estos análisis han sido publicados en prestigiosas revistas científicas como Nature Astronomy, que detallan las características de las muestras y su relevancia en la comprensión de los procesos que llevaron a la formación del sistema solar y la posible aparición de vida.

Este descubrimiento no solo enriquece nuestro conocimiento sobre el asteroide Bennu, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre el origen de la vida en la Tierra y en otros cuerpos celestes dentro de nuestro sistema solar.

El asteroide 101955 Bennu, con un diámetro aproximado de 500 metros, ha sido objeto de análisis detallados tras la recolección de muestras por parte de la sonda OSIRIS-REx de la NASA. Esta misión se realizó el 20 de octubre de 2020, recolectando alrededor de 120 gramos de material, aproximadamente el peso de un plátano, que fueron traídos a la Tierra en septiembre de 2023. Los estudios recientes han arrojado que Bennu contiene una variedad significativa de compuestos orgánicos y minerales que podrían ser considerados como los "bloques básicos" para la creación de vida.

El asteroide Bennu debe su nombre a un ave mitológica egipcia que simboliza la muerte, el renacimiento y el sol, lo que resulta particularmente apropiado dado el interés del asteroide en los orígenes de la vida.

Se han identificado miles de compuestos orgánicos en las muestras analizadas. Entre ellos destacan 14 de los 20 aminoácidos necesarios para formar proteínas en la Tierra, cruciales para el desarrollo de la vida tal como la conocemos. Además, se encontraron las cinco nucleobases que componen el ADN y ARN: adenina, guanina, citosina, timina y uracilo, las cuales son esenciales para la codificación genética. También se detectó un alto contenido de amoniaco y nitrógeno, elementos importantes en las reacciones bioquímicas.

Las muestras de Bennu contienen una serie de minerales que incluyen fosfatos, carbonatos de sodio, sulfatos, cloruros, y fluoruros. Las investigaciones han destacado que estos minerales son especialmente ricos en fósforo, un elemento escaso en la Tierra pero vital para la vida, formando parte del ADN y de las moléculas de ATP que almacenan energía. La composición mineral también presenta carbonatos, como la calcita y la dolomita, y sulfatos que sugieren una posible presencia de agua en el pasado.

Los estudios señalan que Bennu se formó hace aproximadamente 65 millones de años, a partir de los restos de un asteroide parental que data de hace 4.500 millones de años. Este asteroide parental contenía agua, que al evaporarse dejó una mezcla de sales y minerales, formando lo que los científicos describen como un "caldo salado" que facilitó la creación de compuestos orgánicos.

Los hallazgos tienen implicaciones significativas en el campo de la astrobiología. Sugieren que los ingredientes para la vida en la Tierra podrían haber sido transportados por asteroides como Bennu. Esto apoya la teoría de panspermia, que propone que la vida en nuestro planeta tiene un origen extraterrestre. Según la investigación, los asteroides habrían aportado no solo agua, sino también moléculas orgánicas complejas esenciales para el desarrollo de la vida.

Las muestras recolectadas, de 120 gramos en total, se obtuvieron desde una distancia alrededor de 300 millones de kilómetros (186 millones de millas) de la Tierra en el momento de la recolección. Los análisis por difracción de rayos X revelaron que la composición mineral incluye más de 10% de sulfuros, 5% de magnetita y 3% de carbonatos. El amoniaco encontrado en cantidades significativas es crucial para las reacciones bioquímicas complejas.

Los resultados de estos análisis han sido publicados en prestigiosas revistas científicas como Nature Astronomy, que detallan las características de las muestras y su relevancia en la comprensión de los procesos que llevaron a la formación del sistema solar y la posible aparición de vida.

Este descubrimiento no solo enriquece nuestro conocimiento sobre el asteroide Bennu, sino que también plantea preguntas fundamentales sobre el origen de la vida en la Tierra y en otros cuerpos celestes dentro de nuestro sistema solar.

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