El inicio de 2025 trajo un descubrimiento sorprendente y preocupante en el parque infantil Scotts Park, localizado en Wooler, Northumberland. Durante labores de excavación para mejorar el área de juegos, los trabajadores encontraron 176 bombas de práctica utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial. Estos artefactos explosivos, a pesar de haber sido diseñados como dispositivos de entrenamiento, aún cuentan con carga explosiva activa.
El hallazgo se produjo en dos días distintos de trabajo. Durante el primer día, los trabajadores extrajeron 65 bombas en un área no mayor a 10 metros cuadrados. Al día siguiente, se recuperaron 90 artefactos adicionales en un espacio de aproximadamente 20 pies cuadrados (6 metros cuadrados). Cada bomba tiene un peso aproximado de 10 libras (4.5 kilogramos), lo que subraya la magnitud del hallazgo en términos de volumen y riesgo.
Los especialistas creen que el sitio donde se ubica Scotts Park fue empleado como un campo de entrenamiento por la Home Guard, una organización de defensa civil activa durante la Segunda Guerra Mundial en el Reino Unido. Sugieren que las bombas pudieron haber sido enterradas intencionalmente al término del conflicto.
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El consejo parroquial de Wooler expresó su asombro a través de su portavoz, Kerren Rodgers, quien confirmó que el hallazgo era completamente inesperado. Debido a la naturaleza peligrosa del descubrimiento, se contrató a la empresa Brimstone Site Investigations para llevar a cabo una revisión exhaustiva de la zona. La operación, inicialmente planificada para durar dos días, se ha extendido a raíz del gran número de explosivos hallados.
El proceso de desactivación y eliminación de las bombas está previsto para continuar, al menos, hasta mediados de febrero de 2025. Los costos asociados con esta compleja operación han provocado preocupación en el consejo parroquial. Sin embargo, el Northumberland County Council ha asegurado que cubrirá completamente los gastos para garantizar la seguridad y el correcto manejo del área afectada.
Este hallazgo no representa un caso aislado en el Reino Unido. En los últimos años, se han reportado incidentes similares que involucran municiones no detonadas de la Segunda Guerra Mundial. Existen antecedentes recientes de evacuaciones masivas en Plymouth y descubrimientos de bombas no detonadas en Edimburgo, situaciones que reflejan la memoria viva de un conflicto que aún deja su huella a más de 80 años de su finalización.
Mientras continúan los trabajos de remoción en Scotts Park, las autoridades han asegurado que se tomarán todas las medidas necesarias para proteger a la comunidad local. Los espacios aledaños han sido acordonados y la zona está bajo supervisión permanente para evitar cualquier incidente. Este descubrimiento resalta la persistente necesidad de vigilancia en áreas que pudieron tener un uso militar durante la guerra.