La revista Time ha generado un intenso debate con su reciente portada protagonizada por Elon Musk, quien aparece sentado detrás del escritorio Resolute en la mítica Oficina Oval con un gesto relajado y una taza de café en la mano. La imagen, complementada por la bandera estadounidense y la insignia presidencial sobre un fondo rojo, ha sido interpretada en diversos círculos como una provocación que podría apuntar a un mensaje simbólico: Musk como una figura influyente "detrás del trono" en la administración de Trump.
Este lanzamiento coincide con un contexto crítico en el cual Trump ha concedido a Musk, a través de su Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), autoridad sin precedentes para llevar a cabo profundas reducciones en la burocracia federal. Las acciones de Musk en el ámbito gubernamental han incluido la auditoría y el intento de recorte de agencias federales clave, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que opera con un presupuesto de 35 mil millones de dólares anuales. Estas decisiones han generado una ola de demandas legales destinadas a bloquear los cambios impulsados por el DOGE.
![](https://cdn.prod.website-files.com/64f8b87070905fd5de9c8b97/67a80d4e92fe736567958aa6_IMG_6343_11zon.webp)
El DOGE también ha avanzado en el control de la Oficina de Servicios Digitales de EE. UU. y ha propuesto incentivos económicos similares a lo realizado por Musk en Twitter tras adquirir la plataforma en 2022. El programa ofrece hasta ocho meses de salario a empleados gubernamentales que acepten renunciar a sus puestos, lo que refleja un modelo de reestructuración conocido por su efectividad en el ámbito privado, pero controvertido en el público.
Otro frente de tensión rodea a USAID, un órgano identificado públicamente por Musk como una "organización criminal". En un incidente significativo, su personal fue enviado a licencia forzada y las instalaciones prácticamente clausuradas luego de que el equipo del DOGE intentara tomar control de las oficinas, agudizando el conflicto entre Musk, su departamento y los críticos de esta reestructuración federal.
Por su parte, una de las propuestas más controvertidas de Musk ha sido la reducción estimada del 70% del personal operativo de la Oficina de Administración de Personal (OPM), organismo que gestiona anualmente 59 mil millones de dólares en primas de salud y 88 mil millones de dólares en pagos de jubilaciones para empleados federales. Este posible recorte ha suscitado preocupaciones sobre la capacidad de la OPM para continuar ofreciendo sus servicios críticos.
Aunque algunas de estas iniciativas aún enfrentan obstáculos legales, la amplia autoridad otorgada a Musk refuerza su posición como un actor determinante en el gobierno bajo la administración de Trump. Desde sus declaraciones en redes sociales a través de su plataforma X, que cuenta con 215 millones de seguidores, hasta las acciones tangibles de recorte y reestructuración federal, Musk mantiene el foco tanto de aliados como de detractores.
En cuanto a la portada en sí, las reacciones públicas no se han hecho esperar. Mientras que algunos plantean que Time podría estar sugiriendo un protagonismo por parte de Musk mayor al del presidente, Trump respondió con su característico humor al cuestionar la relevancia actual de la publicación. Cabe recordar que Trump fue nombrado Persona del Año por Time en 2024 y ha aparecido en la portada en varias ocasiones, incrementando la complejidad de esta interacción mediática.