CopenHill, conocida también como Amager Bakke, es una manifestación de cómo la arquitectura y la ingeniería pueden fusionarse para crear soluciones sostenibles que benefician tanto al medio ambiente como a la comunidad. Diseñada por el renombrado grupo de arquitectos BIG (Bjarke Ingels Group), esta planta de energía de residuos a energía no solo se destaca por su capacidad de convertir 440,000 toneladas de residuos en energía limpia anualmente, sino también por su inclusión de una pista de esquí artificial abierta todo el año, senderos para caminatas y la pared de escalada artificial más alta del mundo en su fachada.
La visión detrás de CopenHill era clara: demostrar que la sostenibilidad puede ir de la mano con el hedonismo, es decir, que una ciudad sostenible no solo es mejor para el medio ambiente, sino que también mejora la calidad de vida de sus ciudadanos. Este proyecto no solo trata de tratar los residuos y generar energía de manera eficiente, sino también de ofrecer nuevas áreas recreativas para la ciudad, integrando la planta de energía dentro del tejido social y urbano de Copenhague.
La construcción de CopenHill fue un desafío de ingeniería y diseño, con el objetivo de hacer de Copenhague la primera ciudad carbono neutral del mundo para 2025. Su diseño innovador incluye una fachada de ladrillos de aluminio apilados que no solo es estéticamente agradable sino que también cumple con una función crucial: ocultar y, al mismo tiempo, integrar una planta de energía en el paisaje urbano. Dentro de la planta, la tecnología de tratamiento de residuos y producción de energía es de última generación, lo que permite no solo la incineración de residuos sino también la producción de electricidad y calefacción distrital para 150,000 hogares anualmente.
CopenHill es un ejemplo emblemático de sostenibilidad hedonista, un término acuñado por BIG, que refleja la idea de que las estructuras y soluciones sostenibles pueden y deben ser diseñadas para el disfrute humano y el beneficio ambiental. Este proyecto no solo ha transformado la forma en que pensamos sobre las plantas de energía y la gestión de residuos, sino que también ha creado un nuevo punto de referencia para la arquitectura sostenible y la integración de infraestructuras públicas con espacios recreativos.