EconomÍa

China impone aranceles contra numerosos productos estadounidenses como contramedida a las nuevas tarifas de EE. UU.

Tras la imposición de un arancel del 10 % sobre las importaciones chinas por parte del presidente Donald Trump, China anunció medidas de represalia que incluyen aranceles específicos, controles sobre minerales críticos, acciones legales y restricciones comerciales a empresas estadounidenses.

EconomÍa

China impone aranceles contra numerosos productos estadounidenses como contramedida a las nuevas tarifas de EE. UU.

Tras la imposición de un arancel del 10 % sobre las importaciones chinas por parte del presidente Donald Trump, China anunció medidas de represalia que incluyen aranceles específicos, controles sobre minerales críticos, acciones legales y restricciones comerciales a empresas estadounidenses.

“Las acciones de Estados Unidos constituyen un acto de unilateralismo y proteccionismo comercial que daña el sistema multilateral de comercio”

– Afirmó un portavoz del Ministerio de Comercio de China.

4/2/2025

En respuesta a los aranceles del 10 % impuestos por el gobierno de Estados Unidos sobre bienes chinos, China ha implementado una serie de contramedidas que entrarán en vigor el 10 de febrero de 2025, intensificando así las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Las medidas del gobierno chino afectan sectores estratégicos y buscan contrarrestar los efectos de la política comercial estadounidense.

Entre las acciones anunciadas, Pekín aplicará gravámenes adicionales del 15 % a las importaciones estadounidenses de carbón y gas natural licuado (GNL), mientras que productos como el petróleo, maquinaria agrícola, automóviles de gran cilindrada y camionetas estarán sujetos a un arancel del 10 %. Estas medidas impactan importaciones valoradas en aproximadamente 20,000 millones de dólares anuales, en contraste con los aranceles estadounidenses que cubren bienes chinos por un monto de 450,000 millones de dólares.

Adicionalmente, China ha iniciado una investigación antimonopolio contra Google, a pesar de que su presencia en el país es limitada debido a bloqueos en sus servicios. También ha impuesto controles estrictos a la exportación de minerales críticos como tungsteno, telurio, bismuto, molibdeno e indio, elementos esenciales para la industria tecnológica y la fabricación de semiconductores.

En el ámbito legal, China ha presentado una demanda formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que los recientes aranceles estadounidenses violan las normativas internacionales de comercio y afectan negativamente la cooperación económica global. Asimismo, el gobierno chino ha endurecido las restricciones a empresas estadounidenses al incluir a PVH Corp., propietaria de marcas como Calvin Klein y Tommy Hilfiger, así como a Illumina Inc., dedicada a la biotecnología, en su lista de entidades no fiables, lo que limita sus operaciones y actividad comercial en el país.

El conflicto se enmarca dentro de una prolongada disputa comercial que se remonta a 2018, cuando Donald Trump inició una serie de medidas arancelarias buscando abordar problemas como la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo. El reciente anuncio de China subraya una escalada significativa en esta guerra comercial, con implicaciones potenciales para el comercio global y cadenas de suministro clave.

La respuesta de Pekín fue acompañada por declaraciones de sus funcionarios, quienes señalaron que las acciones de Estados Unidos son un ejemplo de unilateralismo y proteccionismo, dañando el sistema multilateral de comercio. Este deterioro en las relaciones bilaterales ha generado incertidumbre en los mercados financieros globales, contribuyendo a la caída de las acciones en sectores automotrices japoneses y surcoreanos, que dependen del comercio regional.

Es importante destacar que, aunque China es el mayor importador mundial de gas natural licuado, las compras de este recurso a Estados Unidos son mínimas, lo que reduce el impacto directo de estos aranceles específicos. Sin embargo, las medidas podrían repercutir en otras áreas económicas, afectando tanto a inversionistas como a los consumidores en ambos países.

Algo Curioso

“Las acciones de Estados Unidos constituyen un acto de unilateralismo y proteccionismo comercial que daña el sistema multilateral de comercio”

– Afirmó un portavoz del Ministerio de Comercio de China.

Feb 4, 2025
Colglobal News

En respuesta a los aranceles del 10 % impuestos por el gobierno de Estados Unidos sobre bienes chinos, China ha implementado una serie de contramedidas que entrarán en vigor el 10 de febrero de 2025, intensificando así las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Las medidas del gobierno chino afectan sectores estratégicos y buscan contrarrestar los efectos de la política comercial estadounidense.

Entre las acciones anunciadas, Pekín aplicará gravámenes adicionales del 15 % a las importaciones estadounidenses de carbón y gas natural licuado (GNL), mientras que productos como el petróleo, maquinaria agrícola, automóviles de gran cilindrada y camionetas estarán sujetos a un arancel del 10 %. Estas medidas impactan importaciones valoradas en aproximadamente 20,000 millones de dólares anuales, en contraste con los aranceles estadounidenses que cubren bienes chinos por un monto de 450,000 millones de dólares.

Adicionalmente, China ha iniciado una investigación antimonopolio contra Google, a pesar de que su presencia en el país es limitada debido a bloqueos en sus servicios. También ha impuesto controles estrictos a la exportación de minerales críticos como tungsteno, telurio, bismuto, molibdeno e indio, elementos esenciales para la industria tecnológica y la fabricación de semiconductores.

En el ámbito legal, China ha presentado una demanda formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que los recientes aranceles estadounidenses violan las normativas internacionales de comercio y afectan negativamente la cooperación económica global. Asimismo, el gobierno chino ha endurecido las restricciones a empresas estadounidenses al incluir a PVH Corp., propietaria de marcas como Calvin Klein y Tommy Hilfiger, así como a Illumina Inc., dedicada a la biotecnología, en su lista de entidades no fiables, lo que limita sus operaciones y actividad comercial en el país.

El conflicto se enmarca dentro de una prolongada disputa comercial que se remonta a 2018, cuando Donald Trump inició una serie de medidas arancelarias buscando abordar problemas como la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo. El reciente anuncio de China subraya una escalada significativa en esta guerra comercial, con implicaciones potenciales para el comercio global y cadenas de suministro clave.

La respuesta de Pekín fue acompañada por declaraciones de sus funcionarios, quienes señalaron que las acciones de Estados Unidos son un ejemplo de unilateralismo y proteccionismo, dañando el sistema multilateral de comercio. Este deterioro en las relaciones bilaterales ha generado incertidumbre en los mercados financieros globales, contribuyendo a la caída de las acciones en sectores automotrices japoneses y surcoreanos, que dependen del comercio regional.

Es importante destacar que, aunque China es el mayor importador mundial de gas natural licuado, las compras de este recurso a Estados Unidos son mínimas, lo que reduce el impacto directo de estos aranceles específicos. Sin embargo, las medidas podrían repercutir en otras áreas económicas, afectando tanto a inversionistas como a los consumidores en ambos países.

En respuesta a los aranceles del 10 % impuestos por el gobierno de Estados Unidos sobre bienes chinos, China ha implementado una serie de contramedidas que entrarán en vigor el 10 de febrero de 2025, intensificando así las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. Las medidas del gobierno chino afectan sectores estratégicos y buscan contrarrestar los efectos de la política comercial estadounidense.

Entre las acciones anunciadas, Pekín aplicará gravámenes adicionales del 15 % a las importaciones estadounidenses de carbón y gas natural licuado (GNL), mientras que productos como el petróleo, maquinaria agrícola, automóviles de gran cilindrada y camionetas estarán sujetos a un arancel del 10 %. Estas medidas impactan importaciones valoradas en aproximadamente 20,000 millones de dólares anuales, en contraste con los aranceles estadounidenses que cubren bienes chinos por un monto de 450,000 millones de dólares.

Adicionalmente, China ha iniciado una investigación antimonopolio contra Google, a pesar de que su presencia en el país es limitada debido a bloqueos en sus servicios. También ha impuesto controles estrictos a la exportación de minerales críticos como tungsteno, telurio, bismuto, molibdeno e indio, elementos esenciales para la industria tecnológica y la fabricación de semiconductores.

En el ámbito legal, China ha presentado una demanda formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que los recientes aranceles estadounidenses violan las normativas internacionales de comercio y afectan negativamente la cooperación económica global. Asimismo, el gobierno chino ha endurecido las restricciones a empresas estadounidenses al incluir a PVH Corp., propietaria de marcas como Calvin Klein y Tommy Hilfiger, así como a Illumina Inc., dedicada a la biotecnología, en su lista de entidades no fiables, lo que limita sus operaciones y actividad comercial en el país.

El conflicto se enmarca dentro de una prolongada disputa comercial que se remonta a 2018, cuando Donald Trump inició una serie de medidas arancelarias buscando abordar problemas como la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo. El reciente anuncio de China subraya una escalada significativa en esta guerra comercial, con implicaciones potenciales para el comercio global y cadenas de suministro clave.

La respuesta de Pekín fue acompañada por declaraciones de sus funcionarios, quienes señalaron que las acciones de Estados Unidos son un ejemplo de unilateralismo y proteccionismo, dañando el sistema multilateral de comercio. Este deterioro en las relaciones bilaterales ha generado incertidumbre en los mercados financieros globales, contribuyendo a la caída de las acciones en sectores automotrices japoneses y surcoreanos, que dependen del comercio regional.

Es importante destacar que, aunque China es el mayor importador mundial de gas natural licuado, las compras de este recurso a Estados Unidos son mínimas, lo que reduce el impacto directo de estos aranceles específicos. Sin embargo, las medidas podrían repercutir en otras áreas económicas, afectando tanto a inversionistas como a los consumidores en ambos países.

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