El presidente ruso Vladimir Putin visita Mongolia, siendo este su primer viaje a un estado miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) desde que se emitió un mandato de arresto en su contra en marzo de 2023. Este mandato está relacionado con la supuesta deportación ilegal de niños ucranianos a Rusia durante la invasión de Ucrania que comenzó el 24 de febrero de 2022.
Putin fue recibido oficialmente por el presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khurelsukh, en una ceremonia en la Plaza Genghis Khan en la capital, Ulaanbaatar. La ceremonia incluyó un desfile con soldados a caballo y música en vivo. Durante su estancia, ambos líderes discutieron el desarrollo de relaciones bilaterales y la cooperación en sectores estratégicos como la producción industrial, la agricultura y el transporte ferroviario.
La visita de Putin no estuvo exenta de controversias. A pesar del recibimiento oficial, manifestantes que sostenían una bandera ucraniana interrumpieron la ceremonia. Seis personas fueron detenidas en el altercado. Ucrania había insistido previamente en que Mongolia cumpliera con el mandato de arresto y trasladara a Putin al CPI.
Mongolia, miembro de la CPI desde 2002, tiene la obligación de arrestar a cualquier persona con un mandato de arresto emitido por la corte. Sin embargo, la falta de un mecanismo de aplicación efectivo complica esta obligación. La CPI ha señalado que los estados miembros deben cooperar con sus decisiones y, en caso de incumplimiento, un juez de la CPI puede informar a la Asamblea de Estados Partes, que podría tomar las medidas necesarias.
La inacción de Mongolia ha generado inquietud tanto en la CPI como en Ucrania. Expertos legales advierten que Mongolia podría enfrentar repercusiones, incluido el posible procesamiento por la CPI. La Comisión Europea también ha manifestado su preocupación, recordando a Mongolia sus obligaciones bajo el Estatuto de Roma.
Por su parte, el Kremlin argumentó que había recibido garantías de que Putin no sería detenido durante su visita. La visita se percibe como un intento de Rusia de desafiar la autoridad del CPI y reafirmar su influencia en la región, particularmente en el contexto de la construcción del gasoducto Power of Siberia 2, que transportará 50 mil millones de metros cúbicos de gas natural al año desde Rusia a China a través de Mongolia.
La visita de Putin a Mongolia, en medio del mandato de arresto emitido por la CPI, plantea cuestiones críticas sobre el cumplimiento de las obligaciones internacionales y las implicaciones para la justicia mundial. Además, afecta las relaciones diplomáticas de Mongolia con Ucrania y otros estados miembros de la CPI.