Salud

Hacer Ejercicio Durante 30 Minutos Mejora la Memoria, Según Estudio

Un estudio realizado por la University College London ha revelado que 30 minutos diarios de ejercicio físico moderado a vigoroso pueden mejorar la memoria episódica y de trabajo en adultos mayores, destacando además la importancia del sueño reparador en la optimización de estos beneficios.

Salud

Hacer Ejercicio Durante 30 Minutos Mejora la Memoria, Según Estudio

Un estudio realizado por la University College London ha revelado que 30 minutos diarios de ejercicio físico moderado a vigoroso pueden mejorar la memoria episódica y de trabajo en adultos mayores, destacando además la importancia del sueño reparador en la optimización de estos beneficios.

“La actividad física es beneficiosa para el cerebro y un buen sueño potencia esos beneficios”

- Concluyen los investigadores del estudio.

14/1/2025

Un estudio llevado a cabo por la University College London, y publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, ha demostrado que realizar 30 minutos de ejercicio físico moderado a vigoroso al día puede mejorar significativamente la memoria en adultos mayores. La investigación se centró en 76 adultos británicos de entre 50 y 83 años sin evidencia de deterioro cognitivo o demencia. Los participantes del estudio usaron acelerómetros durante ocho días para medir su nivel de actividad física, comportamiento sedentario y patrones de sueño. Además, se sometieron a pruebas diarias en línea para evaluar su atención, memoria y velocidad de procesamiento.

Los resultados fueron concluyentes: un aumento de 30 minutos en actividad física moderada a vigorosa se asoció con un incremento del 2-5% en las puntuaciones de memoria episódica y de trabajo al día siguiente. Esto significa que el 2-5% de mejora en las puntuaciones de memoria refleja un cambio significativo en el rendimiento de memoria de los participantes, indicando que los 30 minutos de ejercicio tuvieron un efecto positivo notable. Específicamente, los resultados incluyeron un aumento de 0.15 desviaciones estándar (SD) en la memoria episódica (p=0.03) y 0.16 SD en la memoria de trabajo (p=0.01). Aquí, SD (desviación estándar) es una medida de variabilidad o dispersión, que indica cuánto se desvían los resultados de la media. Un aumento de 0.15 SD en memoria episódica significa que, en promedio, los participantes mejoraron sus puntuaciones de memoria en relación con la media, y lo mismo aplica para el aumento de 0.16 SD en la memoria de trabajo.

El valor p (p=0.03 y p=0.01) es una medida estadística que nos ayuda a determinar si los resultados observados son significativamente diferentes de lo que se esperaría por casualidad. Si el valor p es menor que 0.05 (como en estos casos), se considera que el resultado es estadísticamente significativo, lo que significa que los efectos observados no son producto del azar, sino que hay una relación real entre la actividad física y la mejora en la memoria.

Sin embargo, solo las puntuaciones de memoria de trabajo se mantuvieron significativas cuando se consideraron los datos de sueño. Esto sugiere que, al agregar la variable de sueño en el análisis, la relación entre ejercicio y memoria episódica ya no fue tan fuerte, pero la memoria de trabajo siguió mostrando una mejora significativa.

Por otro lado, se observó que cada 30 minutos adicionales de comportamiento sedentario resultaban en una disminución de 0.05 SD en las puntuaciones de memoria de trabajo al día siguiente (p=0.03). Es decir, estar más tiempo sentado o inactivo no solo afecta negativamente la memoria de trabajo, sino que la disminuye de manera significativa. Nuevamente, el valor p de 0.03 indica que esta disminución no es aleatoria, sino que refleja un patrón real.

Además, los participantes que durmieron al menos seis horas por noche obtuvieron mejores puntuaciones en memoria episódica, atención y velocidad de respuesta física al día siguiente. Específicamente, dormir seis horas o más se asoció con un aumento de 0.60 SD en memoria episódica (p=0.008) y 0.34 SD en velocidad psicomotora (p=0.03). Aquí, el aumento de 0.60 SD en memoria episódica significa una mejora considerable en comparación con los participantes que durmieron menos de seis horas. El valor p de 0.008 también muestra que la relación entre el sueño y la mejora de memoria episódica es significativa y no producto de la casualidad. Además, la mejora de 0.34 SD en la velocidad psicomotora también muestra que el sueño tiene un impacto positivo en la capacidad de respuesta física.

Mientras que cada 30 minutos adicionales de sueño REM se vincularon con un aumento de 0.13 SD en las puntuaciones de atención (p=0.04). El sueño REM es una fase importante del sueño relacionada con la consolidación de la memoria y el procesamiento cognitivo. Un aumento de 0.13 SD en atención muestra que, aunque no es tan grande como otras mejoras, el sueño REM también tiene un efecto beneficioso en la capacidad de concentración y atención. Además, un incremento de 30 minutos en sueño de ondas lentas (SWS) se asoció con un aumento de 0.17 SD en memoria episódica (p=0.008). El sueño de ondas lentas (SWS) es otra fase del sueño que también juega un papel crucial en la consolidación de la memoria, y el aumento de 0.17 SD sugiere que, con más sueño de ondas lentas, los participantes experimentaron mejoras significativas en la memoria episódica.

Estos hallazgos subrayan la importancia del ejercicio físico y el sueño de calidad para la función cognitiva en adultos mayores. Los investigadores sugieren que los beneficios de la actividad física pueden durar más de lo esperado, y que una mayor duración del sueño, especialmente el sueño de ondas lentas, podría contribuir de manera independiente a estos beneficios. El valor de p menor a 0.05 en la mayoría de los análisis refuerza la idea de que los efectos observados no son aleatorios, y los cambios en las puntuaciones de SD muestran el grado real de mejora o deterioro en las capacidades cognitivas y físicas de los participantes.

Algo Curioso

“La actividad física es beneficiosa para el cerebro y un buen sueño potencia esos beneficios”

- Concluyen los investigadores del estudio.

Jan 14, 2025
Colglobal News

Un estudio llevado a cabo por la University College London, y publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, ha demostrado que realizar 30 minutos de ejercicio físico moderado a vigoroso al día puede mejorar significativamente la memoria en adultos mayores. La investigación se centró en 76 adultos británicos de entre 50 y 83 años sin evidencia de deterioro cognitivo o demencia. Los participantes del estudio usaron acelerómetros durante ocho días para medir su nivel de actividad física, comportamiento sedentario y patrones de sueño. Además, se sometieron a pruebas diarias en línea para evaluar su atención, memoria y velocidad de procesamiento.

Los resultados fueron concluyentes: un aumento de 30 minutos en actividad física moderada a vigorosa se asoció con un incremento del 2-5% en las puntuaciones de memoria episódica y de trabajo al día siguiente. Esto significa que el 2-5% de mejora en las puntuaciones de memoria refleja un cambio significativo en el rendimiento de memoria de los participantes, indicando que los 30 minutos de ejercicio tuvieron un efecto positivo notable. Específicamente, los resultados incluyeron un aumento de 0.15 desviaciones estándar (SD) en la memoria episódica (p=0.03) y 0.16 SD en la memoria de trabajo (p=0.01). Aquí, SD (desviación estándar) es una medida de variabilidad o dispersión, que indica cuánto se desvían los resultados de la media. Un aumento de 0.15 SD en memoria episódica significa que, en promedio, los participantes mejoraron sus puntuaciones de memoria en relación con la media, y lo mismo aplica para el aumento de 0.16 SD en la memoria de trabajo.

El valor p (p=0.03 y p=0.01) es una medida estadística que nos ayuda a determinar si los resultados observados son significativamente diferentes de lo que se esperaría por casualidad. Si el valor p es menor que 0.05 (como en estos casos), se considera que el resultado es estadísticamente significativo, lo que significa que los efectos observados no son producto del azar, sino que hay una relación real entre la actividad física y la mejora en la memoria.

Sin embargo, solo las puntuaciones de memoria de trabajo se mantuvieron significativas cuando se consideraron los datos de sueño. Esto sugiere que, al agregar la variable de sueño en el análisis, la relación entre ejercicio y memoria episódica ya no fue tan fuerte, pero la memoria de trabajo siguió mostrando una mejora significativa.

Por otro lado, se observó que cada 30 minutos adicionales de comportamiento sedentario resultaban en una disminución de 0.05 SD en las puntuaciones de memoria de trabajo al día siguiente (p=0.03). Es decir, estar más tiempo sentado o inactivo no solo afecta negativamente la memoria de trabajo, sino que la disminuye de manera significativa. Nuevamente, el valor p de 0.03 indica que esta disminución no es aleatoria, sino que refleja un patrón real.

Además, los participantes que durmieron al menos seis horas por noche obtuvieron mejores puntuaciones en memoria episódica, atención y velocidad de respuesta física al día siguiente. Específicamente, dormir seis horas o más se asoció con un aumento de 0.60 SD en memoria episódica (p=0.008) y 0.34 SD en velocidad psicomotora (p=0.03). Aquí, el aumento de 0.60 SD en memoria episódica significa una mejora considerable en comparación con los participantes que durmieron menos de seis horas. El valor p de 0.008 también muestra que la relación entre el sueño y la mejora de memoria episódica es significativa y no producto de la casualidad. Además, la mejora de 0.34 SD en la velocidad psicomotora también muestra que el sueño tiene un impacto positivo en la capacidad de respuesta física.

Mientras que cada 30 minutos adicionales de sueño REM se vincularon con un aumento de 0.13 SD en las puntuaciones de atención (p=0.04). El sueño REM es una fase importante del sueño relacionada con la consolidación de la memoria y el procesamiento cognitivo. Un aumento de 0.13 SD en atención muestra que, aunque no es tan grande como otras mejoras, el sueño REM también tiene un efecto beneficioso en la capacidad de concentración y atención. Además, un incremento de 30 minutos en sueño de ondas lentas (SWS) se asoció con un aumento de 0.17 SD en memoria episódica (p=0.008). El sueño de ondas lentas (SWS) es otra fase del sueño que también juega un papel crucial en la consolidación de la memoria, y el aumento de 0.17 SD sugiere que, con más sueño de ondas lentas, los participantes experimentaron mejoras significativas en la memoria episódica.

Estos hallazgos subrayan la importancia del ejercicio físico y el sueño de calidad para la función cognitiva en adultos mayores. Los investigadores sugieren que los beneficios de la actividad física pueden durar más de lo esperado, y que una mayor duración del sueño, especialmente el sueño de ondas lentas, podría contribuir de manera independiente a estos beneficios. El valor de p menor a 0.05 en la mayoría de los análisis refuerza la idea de que los efectos observados no son aleatorios, y los cambios en las puntuaciones de SD muestran el grado real de mejora o deterioro en las capacidades cognitivas y físicas de los participantes.

Un estudio llevado a cabo por la University College London, y publicado en el International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, ha demostrado que realizar 30 minutos de ejercicio físico moderado a vigoroso al día puede mejorar significativamente la memoria en adultos mayores. La investigación se centró en 76 adultos británicos de entre 50 y 83 años sin evidencia de deterioro cognitivo o demencia. Los participantes del estudio usaron acelerómetros durante ocho días para medir su nivel de actividad física, comportamiento sedentario y patrones de sueño. Además, se sometieron a pruebas diarias en línea para evaluar su atención, memoria y velocidad de procesamiento.

Los resultados fueron concluyentes: un aumento de 30 minutos en actividad física moderada a vigorosa se asoció con un incremento del 2-5% en las puntuaciones de memoria episódica y de trabajo al día siguiente. Esto significa que el 2-5% de mejora en las puntuaciones de memoria refleja un cambio significativo en el rendimiento de memoria de los participantes, indicando que los 30 minutos de ejercicio tuvieron un efecto positivo notable. Específicamente, los resultados incluyeron un aumento de 0.15 desviaciones estándar (SD) en la memoria episódica (p=0.03) y 0.16 SD en la memoria de trabajo (p=0.01). Aquí, SD (desviación estándar) es una medida de variabilidad o dispersión, que indica cuánto se desvían los resultados de la media. Un aumento de 0.15 SD en memoria episódica significa que, en promedio, los participantes mejoraron sus puntuaciones de memoria en relación con la media, y lo mismo aplica para el aumento de 0.16 SD en la memoria de trabajo.

El valor p (p=0.03 y p=0.01) es una medida estadística que nos ayuda a determinar si los resultados observados son significativamente diferentes de lo que se esperaría por casualidad. Si el valor p es menor que 0.05 (como en estos casos), se considera que el resultado es estadísticamente significativo, lo que significa que los efectos observados no son producto del azar, sino que hay una relación real entre la actividad física y la mejora en la memoria.

Sin embargo, solo las puntuaciones de memoria de trabajo se mantuvieron significativas cuando se consideraron los datos de sueño. Esto sugiere que, al agregar la variable de sueño en el análisis, la relación entre ejercicio y memoria episódica ya no fue tan fuerte, pero la memoria de trabajo siguió mostrando una mejora significativa.

Por otro lado, se observó que cada 30 minutos adicionales de comportamiento sedentario resultaban en una disminución de 0.05 SD en las puntuaciones de memoria de trabajo al día siguiente (p=0.03). Es decir, estar más tiempo sentado o inactivo no solo afecta negativamente la memoria de trabajo, sino que la disminuye de manera significativa. Nuevamente, el valor p de 0.03 indica que esta disminución no es aleatoria, sino que refleja un patrón real.

Además, los participantes que durmieron al menos seis horas por noche obtuvieron mejores puntuaciones en memoria episódica, atención y velocidad de respuesta física al día siguiente. Específicamente, dormir seis horas o más se asoció con un aumento de 0.60 SD en memoria episódica (p=0.008) y 0.34 SD en velocidad psicomotora (p=0.03). Aquí, el aumento de 0.60 SD en memoria episódica significa una mejora considerable en comparación con los participantes que durmieron menos de seis horas. El valor p de 0.008 también muestra que la relación entre el sueño y la mejora de memoria episódica es significativa y no producto de la casualidad. Además, la mejora de 0.34 SD en la velocidad psicomotora también muestra que el sueño tiene un impacto positivo en la capacidad de respuesta física.

Mientras que cada 30 minutos adicionales de sueño REM se vincularon con un aumento de 0.13 SD en las puntuaciones de atención (p=0.04). El sueño REM es una fase importante del sueño relacionada con la consolidación de la memoria y el procesamiento cognitivo. Un aumento de 0.13 SD en atención muestra que, aunque no es tan grande como otras mejoras, el sueño REM también tiene un efecto beneficioso en la capacidad de concentración y atención. Además, un incremento de 30 minutos en sueño de ondas lentas (SWS) se asoció con un aumento de 0.17 SD en memoria episódica (p=0.008). El sueño de ondas lentas (SWS) es otra fase del sueño que también juega un papel crucial en la consolidación de la memoria, y el aumento de 0.17 SD sugiere que, con más sueño de ondas lentas, los participantes experimentaron mejoras significativas en la memoria episódica.

Estos hallazgos subrayan la importancia del ejercicio físico y el sueño de calidad para la función cognitiva en adultos mayores. Los investigadores sugieren que los beneficios de la actividad física pueden durar más de lo esperado, y que una mayor duración del sueño, especialmente el sueño de ondas lentas, podría contribuir de manera independiente a estos beneficios. El valor de p menor a 0.05 en la mayoría de los análisis refuerza la idea de que los efectos observados no son aleatorios, y los cambios en las puntuaciones de SD muestran el grado real de mejora o deterioro en las capacidades cognitivas y físicas de los participantes.

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