La violencia de las bandas criminales en Haití ha desatado una crisis humanitaria sin precedentes, con más de 1,041,000 personas desplazadas de sus hogares, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Este incremento, que ha visto triplicarse el número de desplazados desde los 315,000 registrados en diciembre de 2023, ha sucedido en el lapso de un año, subrayando la gravedad de la situación.
La OIM destacó que más de la mitad de los desplazados son niños, quienes junto a sus familias se encuentran en condiciones extremadamente precarias. En Puerto Príncipe, la capital del país, se ha registrado un aumento alarmante de sitios de desplazamiento severamente sobrecargados, pasando de 73 en el último año a 108 en enero de 2025.
En el transcurso de 2024, la violencia de las bandas resultó en la muerte de más de 5,600 personas, con 315 linchamientos documentados de supuestos miembros de estas bandas. Además, alrededor de 200,000 haitianos han sido deportados, principalmente desde la República Dominicana, lo cual ha agravado la ya delicada situación en el país.
Los servicios esenciales en la capital han colapsado, afectando gravemente la atención médica y la seguridad alimentaria. La OIM subraya que muchas de las personas desplazadas han tenido que huir repetidamente debido a la constante amenaza de violencia.
La crisis ha llevado a un llamado urgente para una asistencia humanitaria sostenida. Las condiciones en los sitios de desplazamiento son críticas, con familias viviendo en refugios improvisados y enfrentando serios riesgos de salud y protección.
El plan de respuesta humanitaria de la ONU para Haití, valorado en 674 millones de dólares, apenas está financiado al 42%, dejando un déficit de 388 millones de dólares. En este contexto, la comunidad internacional ha sido instada a aumentar su apoyo a la Policía Nacional de Haití y a la misión de apoyo de seguridad multinacional respaldada por el Consejo de Seguridad de la ONU.