Un estudio revolucionario publicado en Science ha revelado un nuevo enfoque para combatir el VIH, utilizando un mimetizador molecular que infiltra las células y roba proteínas esenciales del virus. Los resultados prometedores observados en monos han preparado el terreno para ensayos en humanos.
La nueva estrategia terapéutica implica un virus especialmente diseñado que ataca la capacidad del VIH para replicarse. Los investigadores planean administrar una sola inyección de este virus ingenierizado a cuatro o cinco voluntarios con VIH. Leor Weinberger, virólogo en la Universidad de California, San Francisco, quien dirigió el estudio, destacó que los ensayos están a punto de comenzar.
En una infección típica de VIH, el virus entra en una célula inmunitaria y secuestra su ADN para producir copias de sí mismo, que luego explotan fuera de la célula, llevando al colapso del sistema inmunológico y a la progresión hacia el SIDA.
Mientras que los tratamientos tradicionales para el VIH se han centrado en atacar directamente al virus, como inhibir la enzima proteasa o usar lenacapavir para bloquear la formación de proteínas virales, el enfoque de Weinberger representa un cambio significativo. Hace veinte años, Weinberger comenzó a desarrollar una "partícula interferente terapéutica" (TIP), diseñada para interrumpir el ciclo de vida del VIH al imitar el virus mismo.
Las TIP tienen aproximadamente la mitad del material genético del VIH estándar. Pueden infectar células inmunitarias humanas e insertar su material genético en el ADN de la célula, pero no producen nuevos virus por sí solas. En cambio, las TIP obligan a la célula a producir cápsulas de proteínas que contienen genes del VIH o de TIP. Las TIP mejoradas provocan la producción de tres veces más TIPs que partículas de VIH cuando las células estallan.
En experimentos con monos infectados con una versión primate del VIH, una sola inyección de TIP redujo los niveles del virus en un factor de 10,000, y casi todos los animales tratados sobrevivieron sin signos de SIDA.
Impulsados por estos resultados, Weinberger y su equipo se están preparando para probar las TIP en voluntarios con VIH que también padecen enfermedades terminales. Si los ensayos son exitosos, se expandirán para incluir a individuos con VIH que no están en estado terminal. El equipo espera que las TIP puedan ofrecer una opción de tratamiento duradera y económica, especialmente en regiones donde las terapias tradicionales son prohibitivamente caras.
El virólogo Asher Leeks de la Universidad de Yale, quien no participó en la investigación, elogió el estudio como un avance significativo en el campo de los "virus tramposos", un concepto que se ha explorado durante décadas. Dr. Ben tenOever de la Universidad de Nueva York destacó el potencial de este enfoque, pero también señaló preocupaciones éticas. La integración permanente de las TIP en el ADN del paciente podría conllevar riesgos, y la posibilidad de que las TIP se propaguen a otras personas plantea más preguntas.
A pesar de estos desafíos, la naturaleza innovadora de las TIP ofrece una visión esperanzadora de un futuro en el que una sola inyección podría controlar el VIH a largo plazo, brindando una nueva esperanza en la lucha contra el SIDA.