Durante los Juegos Olímpicos de París 2024, los jugadores de tenis de mesa norcoreanos Kim Kum-yong y Ri Jong-sik ganaron una medalla de plata, mientras que sus rivales surcoreanos Lim Jong-hoon y Shin Yu-bin obtuvieron una medalla de bronce. Al finalizar la ceremonia de entrega de medallas, ambos equipos sorprendieron a muchos al tomarse una selfie en el podio.
La imagen, compartida en la cuenta oficial de Instagram de los Juegos Olímpicos, acumuló rápidamente cientos de miles de 'me gusta'. Sin embargo, este acto de camaradería internacional generó una fuerte reacción en Corea del Norte, donde el régimen de Kim Jong-un considera a Corea del Sur como su “número uno enemigo”.
Tras su regreso a Corea del Norte a mediados de agosto, Kim y Ri fueron sometidos a un mes de “limpieza ideológica”, un procedimiento estándar para atletas expuestos a influencias externas. Según informes, esta limpieza incluye una revisión ideológica en tres etapas que culmina en sesiones de auto-reflexión, donde se espera que los atletas critiquen comportamientos considerados inapropiados.
Se les ha criticado intensamente por “sonreír” junto a los atletas surcoreanos, un gesto que podría acarrear sanciones si no demuestran remordimiento. A pesar de que no se han especificado las sanciones, se ha sugerido que las expresiones sinceras de contrición podrían ayudar a evitar castigos políticos o administrativos.
El selfie se tomó en un contexto de tensiones elevadas entre Corea del Norte y Corea del Sur, exacerbadas por ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur, Estados Unidos y Japón, así como por la creciente cooperación entre Kim Jong-un y el presidente ruso Vladimir Putin. Este incidente ha atraído la atención de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, que señalan cómo el gobierno norcoreano intenta controlar el comportamiento de sus ciudadanos incluso fuera de sus fronteras.
No es la primera vez que Corea del Norte enfrenta críticas internacionales por su férreo control ideológico sobre los atletas. En 2010, el equipo de fútbol norcoreano fue severamente reprendido tras una actuación decepcionante en la Copa Mundial, siendo acusados de “traicionar” la lucha ideológica del país.
Este evento subraya las estrictas regulaciones y el control ideológico que el régimen norcoreano ejerce sobre sus atletas, incluso en escenarios de celebración y camaradería internacional como los Juegos Olímpicos. La selfie tomada por los atletas norcoreanos y surcoreanos en los Juegos Olímpicos de París 2024 acumuló cientos de miles de 'me gusta' en la cuenta oficial de Instagram del evento.