El Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido ha suspendido 30 licencias de exportación de un total de 350 licencias activas, afectando principalmente componentes para aeronaves militares, como aviones de combate, helicópteros y drones, así como equipos de orientación para operaciones en tierra. En 2022, las exportaciones militares del Reino Unido a Israel sumaron aproximadamente £42 millones, lo que representa menos del 1% del total de las importaciones de armas de Israel. En comparación, Estados Unidos proporciona anualmente alrededor de $3.8 mil millones (£2.9 mil millones) en asistencia militar a Israel.
La revisión del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido puso énfasis en tres áreas claves: acceso humanitario, trato a detenidos y conducta militar:
1. Acceso Humanitario: Se concluyó que Israel podría hacer más para facilitar la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
2. Trato a Detenidos: Se encontraron alegaciones creíbles de maltrato a prisioneros palestinos, aunque no se estableció un vínculo directo con el uso de armamento británico.
3. Conducta Militar: Se expresó preocupación por la alta cifra de muertes civiles y la destrucción generalizada en Gaza.
El gobierno israelí recibió la decisión con desdén. Yoav Gallant, ministro de Defensa, expresó que esta medida era "profundamente descorazonadora" en un momento en que Israel enfrenta múltiples frentes de conflicto. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, también comentó la decisión calificándola de "vergonzosa". Por otro lado, activistas y organizaciones no gubernamentales criticaron la suspensión por ser insuficiente, señalando que la excepción para los componentes del programa F-35 representa una importante laguna en la medida.
La suspensión de estas licencias podría tensar las relaciones entre el Reino Unido y Estados Unidos, considerando que la administración Biden mantiene una política de apoyo incondicional a Israel. Además, la medida se da en un contexto donde otros países europeos, como Bélgica y España, han impuesto embargos de armas a Israel, mientras que Alemania ha incrementado significativamente sus exportaciones a este país.
Aunque la suspensión afecta a menos del 10% del total de licencias británicas de exportación de armas a Israel, su impacto simbólico es sustancial. Este movimiento marca un cambio en la postura del Reino Unido hacia uno de sus aliados más estrechos en un conflicto prolongado y complejo.
El Reino Unido ha decidido suspender 30 licencias de exportación de armas a Israel tras una revisión interna que identificó un "riesgo claro" de que estas armas pudieran ser empleadas en violaciones graves del derecho internacional humanitario en el contexto del conflicto en Gaza. Esta decisión fue anunciada por el ministro de Exteriores, David Lammy, y se produce en un momento de creciente descontento dentro del Partido Laborista respecto a la respuesta del gobierno británico a la ofensiva israelí.