Un hallazgo científico publicado en la revista Science Translational Medicine ha puesto el foco en la nitisinona, un medicamento originariamente desarrollado para tratar trastornos metabólicos raros como la alcaptonuria y la tirosinemia tipo 1. Ahora, este fármaco muestra un potencial inesperado: al ser ingerido a través de la sangre humana, resulta letal para los mosquitos Anopheles gambiae, principales vectores de la malaria.
Durante el estudio, los investigadores descubrieron que incluso una dosis diaria tan baja como 2 mg de nitisinona, equivalente a lo administrado en pacientes humanos, provoca la muerte de los mosquitos en un plazo de 12 horas tras alimentarse. Esta efectividad incluye insectos de todas las edades y, notablemente, aquellos resistentes a insecticidas convencionales.
El mecanismo detrás de este efecto letal se debe a que la nitisinona inhibe la enzima 4-hidroxi-fenilpiruvato dioxygenasa (HPPD). Al ser ingerido por los mosquitos, el medicamento provoca alteraciones críticas que llevan a su muerte. Además, en comparación con la ivermectina, otra sustancia conocida por su actividad mosquicida, la nitisinona tiene una vida media más prolongada en el torrente sanguíneo humano, garantizando una acción más persistente contra los insectos transmisores de enfermedades.
El equipo de investigación, dirigido por Lee R. Haines y Álvaro Acosta Serrano, utilizó un modelo farmacocinético-farmacodinámico (PK/PD) para evaluar la eficacia del fármaco y encontró que su impacto supera significativamente al de la ivermectina, cuyo efecto, aunque inicialmente potente, disminuye rápidamente con el tiempo.
El potencial de la nitisinona no está exento de consideraciones ecológicas y de resistencia. Aunque, según los investigadores, no afecta a insectos benéficos clave para los ecosistemas, existe la posibilidad de que, si se implementa en programas de administración masiva, los mosquitos desarrollen resistencia al fármaco. Por ello, se advierte sobre el análisis riguroso y prudente antes de adoptar su uso a gran escala.
El estudio se enmarca dentro de los esfuerzos globales por frenar las enfermedades transmitidas por mosquitos, entre las que se encuentra la malaria. Esta enfermedad genera más de 500,000 muertes al año, afectando principalmente a comunidades en áreas tropicales y subtropicales. En este contexto, la nitisinona podría convertirse en una herramienta complementaria para mitigar el impacto de esta enfermedad mortal, especialmente ante la creciente resistencia de los mosquitos a otros métodos de control.
Aunque desarrollada inicialmente para tratar enfermedades raras, la nitisinona ahora se perfila como un arma innovadora en salud pública, mostrando cómo un fármaco puede cambiar radicalmente su propósito original.