El 3 de septiembre de 2024, en una declaración pública, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, abordó la reciente decisión del Tribunal Supremo de mantener la prohibición de la red social X en el país. La prohibición afecta a más de 20 millones de usuarios brasileños de la plataforma, generando un acalorado debate sobre la libertad de expresión y las implicaciones de esta medida a nivel político.
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La decisión del tribunal se tomó tras la negativa de la red social X a cumplir con órdenes judiciales que solicitaban la eliminación de perfiles que se encontraban difundiendo desinformación, así como la designación de un representante legal local en Brasil. El 1 de septiembre, Elon Musk, propietario de X, había publicado una invitación en la plataforma para una manifestación que se llevará a cabo el 7 de septiembre, Día de la Independencia de Brasil, donde se espera que participen miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro. Musk ha manifestado públicamente su apoyo al movimiento político bolsonarista y ha criticado abiertamente al actual gobierno y al sistema judicial brasileño.
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El panel de cinco jueces que respaldó la decisión estuvo encabezado por el juez Cristiano Zanin, quien afirmó que cumpliendo con las leyes y la constitución federal es un requisito ineludible para operar en Brasil. Adicionalmente, la corte impuso una multa diaria de 50,000 reales (aproximadamente £6,760) para aquellos que intenten acceder a X mediante el uso de redes privadas virtuales (VPN).
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En respuesta a los eventos, Lula expresó su desacuerdo con la filosofía de Musk, y señaló: "Es hora de que el mundo aprenda que no estamos obligados a aceptar el 'libre para todos de extrema derecha' de Elon Musk solo porque es rico". Este comentario pone de relieve la confrontación directa entre las políticas del gobierno y las acciones del multimillonario.
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El columnista brasileño Pedro Doria emitió una crítica hacia Musk por lo que denominó un "doble estándar" en el manejo de la libertad de expresión. Doria recordó que, bajo el liderazgo de Musk, la red social había respondido a órdenes judiciales de otros países bloqueando contenido, como ocurrió en Turquía, y cuestionó las diferencias en la aplicación de estas políticas en Brasil.
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El clima de tensión en Brasil es palpable. Mientras que la prohibición de X es vista por algunos sectores como una medida para proteger la democracia y combatir las noticias falsas, otros la perciben como un ataque a la libertad de expresión. La discusión en torno a estas medidas refleja la complejidad del equilibrio entre la regulación de contenidos en redes sociales y la protección de los derechos constitucionales de los ciudadanos.