La aceleración de la pérdida de hielo glaciar a nivel mundial es motivo de preocupación, según un importante estudio llevado a cabo por el Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares (WGMS), la Universidad de Edimburgo y el grupo de investigación Earthwave. Entre 2012 y 2023, los glaciares han perdido un promedio de 273 mil millones de toneladas de hielo anuales, lo equivalente al consumo global de agua durante tres décadas, representando una aceleración del 36 % en comparación con periodos anteriores.
Desde el inicio del siglo XXI, los glaciares han registrado una pérdida de aproximadamente el 5 % de su volumen total acumulado, con importantes diferencias regionales. Mientras que la Antártida registra una pérdida del 2 %, los Alpes europeos han dedicado hasta el 40 % de su masa glaciar.
El incremento del deshielo contribuyó, desde el año 2000, a un aumento del nivel del mar cercano a 2 centímetros (0,8 pulgadas). Este cambio representa un impacto directo en personas que habitan regiones costeras, estimándose que unos 4 millones son actualmente más vulnerables a inundaciones. Cabe destacar que los glaciares son el segundo factor más relevante en el aumento del nivel del mar, después de la expansión del agua marina como consecuencia directa del calentamiento global.
Los resultados del estudio recalcan cómo la situación, además de aumentar el nivel del mar, afecta también la disponibilidad de agua dulce, especialmente en regiones como Asia Central y los Andes centrales, donde los glaciares son una fuente importante de agua. Según los investigadores, las áreas con glaciares más pequeños están experimentando una pérdida mucho más acelerada y muchas de estas masas de hielo podrían desaparecer por completo antes de que concluya el siglo.
Uno de los datos más alarmantes del informe es la tasa de pérdida de masa de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida, que actualmente es seis veces más rápida si se compara con hace tres décadas. Este fenómeno, de continuar al ritmo actual, tendrá implicaciones masivas tanto para los ecosistemas como para las sociedades humanas que dependen de los glaciares como fuentes de agua y regulación climática.
El estudio utilizó una combinación de datos satelitales y mediciones directas en campo, estableciendo una base de referencia sólida sobre las actuales tasas de pérdida de hielo a nivel mundial. Los investigadores alertan sobre la necesidad de desarrollar estrategias de mitigación y adaptación, dado que el fenómeno tiene ya un impacto irreversible en muchas regiones. Un glaciar promedio puede almacenar suficiente agua como para abastecer a millones de personas cada año, siendo una de las fuentes de agua dulce más esenciales para varias comunidades en todo el mundo.