En un evento poco común, el doctor Chris Loreto, médico de emergencias del Timmins and District Hospital (TADH) en Canadá, se percató de que estaba sufriendo un ataque al corazón mientras trataba a un paciente con un infarto masivo. La inusual situación cobró especial relevancia al coincidir con el Mes del Corazón 2025, dedicado a la conciencia sobre enfermedades cardíacas.
Meses antes del incidente, Loreto había estado experimentando dolores que atribuyó a reflujo ácido, aunque los medicamentos proporcionados no aliviaron su malestar. Los síntomas se intensificaron el 12 de noviembre de 2024 durante un partido de hockey, pero el médico optó por continuar con su rutina normal, ignorando los indicios de que algo más grave ocurría con su salud.
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Al día siguiente, mientras trataba a un hombre con un infarto masivo en el hospital, Loreto comenzó a reconocer que los síntomas del paciente eran sorprendentemente similares a los que él mismo había estado enfrentando. Durante una conversación con la esposa del paciente, comprendió que sus propias dolencias no se debían al reflujo ácido, sino a un ataque al corazón.
Posteriormente, las pruebas médicas que incluían análisis de sangre y un electrocardiograma confirmaron el diagnóstico. El médico fue sometido a procedimientos para colocar stents en sus arterias, con el objetivo de restaurar un flujo sanguíneo adecuado. Desde entonces, ha estado de baja médica y participa activamente en un programa de rehabilitación cardiovascular.
Según datos divulgados durante este período de concienciación, las enfermedades cardiovasculares son responsables de aproximadamente 18 millones de muertes a nivel mundial cada año, consolidándolas como la principal causa de fallecimientos en el mundo. Los ataques cardíacos, en particular, ocurren cuando el flujo de oxígeno al corazón se ve interrumpido, lo que puede ocasionar daño permanente al músculo cardíaco e, incluso, la muerte.
Entre los factores de riesgo más comunes asociados con estas afecciones están el sedentarismo, las dietas poco saludables, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la contaminación ambiental. Loreto también mencionó que tiene antecedentes familiares relacionados, ya que su padre sufrió un ataque al corazón a una edad similar. Estos antecedentes genéticos juegan un papel fundamental en la predisposición a desarrollar enfermedades cardíacas.
El evento subraya la importancia de estar alerta ante señales de advertencia como el dolor en el pecho, náuseas y dificultad para respirar. Loreto, con más de tres décadas dedicado a emergencias médicas, reflexionó sobre lo irónico que resulta haber priorizado siempre el bienestar de sus pacientes por encima de su propia salud.