Hamas entregó a seis ciudadanos israelíes como parte de un acuerdo de alto el fuego en Gaza. La liberación incluyó a Tal Shoham (40 años), Avera Mengistu (39 años), Eliya Cohen (27 años), Omer Shem Tov (22 años), Omer Wenkert (23 años) y Hisham al-Sayed (37 años). Este hecho ocurre bajo el contexto de un pacto que busca desescalar el conflicto entre ambas partes, aunque las negociaciones han estado marcadas por desacuerdos y tensiones.
Los rehenes fueron entregados en tres actos distintos: Tal Shoham y Avera Mengistu fueron liberados en Rafah, con la participación de funcionarios de la Cruz Roja. Mengistu había estado en cautiverio desde 2014, mientras que Shoham fue capturado en octubre de 2023 durante un ataque contra su kibutz. Los otros liberados fueron presentados públicamente en una ceremonia en Nuseirat. En ambos eventos, se notó un mejor estado físico en comparación con casos anteriores de rehenes liberados.
De acuerdo con el pacto, Hamas ha prometido entregar un total de 33 rehenes en esta primera etapa, de los cuales ya se han liberado 25 rehenes vivos. Sin embargo, aún quedan pendientes cuatro cadáveres, cuya entrega está prevista para la siguiente fase. Por su parte, Israel se comprometió a liberar a 620 prisioneros palestinos, lo que incluye a 23 menores de edad. A pesar de esto, la entrega de los prisioneros sufrió un retraso significativo de más de 10 horas debido a revisiones de seguridad implementadas por Israel. En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que el proceso de liberación de prisioneros palestinos quedará suspendido hasta que se garantice la liberación de los próximos rehenes.
De los 620 prisioneros palestinos que serían liberados, 445 fueron capturados en la Franja de Gaza desde que estalló el conflicto en octubre de 2023. Entre ellos, 151 cumplen condenas de cadena perpetua. Se planea que la mayoría de los liberados sean trasladados a Gaza, mientras que otros serán deportados o enviados a Cisjordania.
Una de las complicaciones en las negociaciones surgió después de que Hamas entregara un cadáver incorrecto como parte del intercambio. Además, el grupo acusa a Israel de incumplir el cronograma para la liberación de prisioneros, lo que agrega tensión al proceso. Mientras tanto, el gobierno israelí estima que de los 63 rehenes aún retenidos en Gaza, al menos 32 han fallecido.
Hamas utilizó las ceremonias de liberación como una oportunidad de propaganda, destacando su resistencia en discursos mientras mostraba presencia de milicianos armados. El panorama sigue siendo incierto, pues las negociaciones para la siguiente fase del acuerdo no han comenzado, y persisten diferencias significativas entre ambos bandos.