Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, se declaró culpable de nueve cargos federales relacionados con la evasión de impuestos. Entre los cargos se incluyen tres delitos graves de evasión de impuestos y presentación de declaraciones fraudulentas, así como seis cargos menores. Esta declaración inesperada tuvo lugar justo antes del inicio de la selección del jurado para un juicio que podría haber revelado detalles perjudiciales sobre su pasado, particularmente relacionados con sus luchas contra la adicción.
Biden enfrenta una pena máxima de 17 años de prisión por estos delitos fiscales. El juez Mark Scarsi, quien supervisa el caso, ha indicado que podría imponer una multa de hasta $1.3 millones. La sentencia está programada para el 16 de diciembre de 2024.
Los cargos se derivan de la falta de pago de aproximadamente $1.4 millones en impuestos por parte de Biden entre 2016 y 2019, un período en el que supuestamente ganó más de $7 millones. Los fiscales alegan que intentó reducir fraudulentamente sus obligaciones fiscales al clasificar incorrectamente gastos personales como gastos comerciales. Entre estos se incluyen $11,500 para servicios de acompañantes, casi $20,000 en alquiler para la residencia de su hija en Nueva York y $27,000 a un sitio web de pornografía en línea.
La acusación detalla el gasto extravagante de Biden en artículos de lujo, drogas y servicios de acompañantes, destacando un estilo de vida financiado por su ingreso no declarado durante un período marcado por su adicción al crack.
Este reciente acuerdo de culpabilidad sigue a la condena de Biden en junio de 2024 por cargos relacionados con armas, por los cuales está programado para ser sentenciado el 13 de noviembre de 2024. Por dichos delitos, enfrenta hasta 25 años de prisión, aunque es común que se impongan penas más ligeras.
La declaración de culpabilidad de Biden se caracterizó como una "declaración abierta", lo que significa que no hubo acuerdo con los fiscales para una sentencia reducida. Inicialmente, su equipo legal intentó entrar en una "declaración de Alford", que le habría permitido declararse culpable manteniendo su inocencia, pero esta fue fuertemente rechazada por los fiscales. Durante los procedimientos judiciales, Biden confirmó bajo juramento que cometió cada uno de los elementos de los delitos imputados.
En cuanto a las implicaciones políticas, los problemas legales de Hunter Biden habían sido vistos como posibles pasivos para la campaña de reelección del presidente Biden. Sin embargo, con el presidente fuera de la contienda electoral, las apuestas políticas se han reducido considerablemente. La Casa Blanca ha reiterado que el presidente no indultará a su hijo.
Esta declaración de culpabilidad evita un juicio público que podría haber sometido a un escrutinio adicional al pasado de la familia Biden durante un período electoral sensible.