El 18 de marzo de 2025 se reanudaron las hostilidades en Gaza con bombardeos masivos por parte de las fuerzas israelíes, marcando el fin de un alto el fuego que había estado en vigor desde el 19 de enero de 2025. Según los informes de las autoridades sanitarias palestinas, más de 400 personas perdieron la vida durante los ataques, mientras que el número de heridos supera los 500, siendo las mujeres y los niños quienes representan una parte significativa de las víctimas.
Este ataque responde a una prolongación del conflicto que comenzó en octubre de 2023, acumulando hasta la fecha un total cercano a las 49,000 muertes en Gaza, de las cuales la mayoría son civiles. Entre las bajas de los recientes ataques, se encuentran varios altos mandos de Hamas, lo que provocó que la organización acusara a Israel de romper el alto el fuego con la supuesta complicidad del apoyo estadounidense hacia sus operaciones.
La crisis humanitaria en Gaza se ha intensificado rápidamente, con las morgues saturadas debido al elevado número de víctimas. Los cadáveres han sido amontonados en hospitales y velorios improvisados, mientras las familias intentan reconocer a sus seres queridos. En los hospitales, el sistema de salud colapsa frente a las emergencias, obligando a las instituciones a hacer llamados desesperados para la donación de sangre, pues los recursos son insuficientes para atender a la población herida.
Paralelamente a la acción militar, el ejército israelí ha emitido órdenes de evacuación en amplias zonas de Gaza, como la ciudad de Beit Hanoun y regiones al este de Khan Younis, lo que ha desplazado nuevamente a alrededor de 65,000 personas. Estas evacuaciones suman a la cifra de desplazados internos quienes ya habían sido obligados a abandonar sus hogares en múltiples ocasiones desde el inicio del conflicto.
Israel argumenta que sus bombardeos tienen como objetivo infraestructuras y operativos pertenecientes a Hamas y la Jihad Islámica Palestina. Sin embargo, las facciones palestinas insisten en que no existe un lugar seguro en Gaza y acusan directamente al Estado israelí de poner en riesgo a la población civil.
El bloqueo de suministros humanitarios por parte de Israel sigue intensificando las dificultades en la zona. La escasez de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales amenaza con llevar a Gaza a una crisis humanitaria sin precedentes. Diferentes organizaciones humanitarias y actores internacionales han advertido que, si no se permite la reapertura de puntos de acceso para la provisión de ayuda urgente, la situación podría deteriorarse incluso más allá de las actuales condiciones críticas.
El reciente episodio de bombardeos ha agravado una crisis humanitaria que ya era severa. Con decenas de miles de muertos, miles de desplazados, y un colapso sanitario y logístico en Gaza, el conflicto se mantiene como una de las situaciones más alarmantes de la región, sin señales claras de alivio en el corto plazo.
Desde el inicio formal del conflicto en octubre de 2023, Gaza registra una escalofriante cifra de casi 49,000 muertos, lo que equivale aproximadamente al 2% de su población total al inicio del conflicto.