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Caroline Darian denuncia a su padre, Dominique Pelicot, por abuso en un caso vinculado al juicio que estremeció a Francia

Caroline Darian, hija de Dominique Pelicot, ha tomado acciones legales acusando a su padre de haberla drogado y agredido sexualmente, en un caso que se une al impactante juicio público contra él y otros 50 hombres por los crímenes cometidos contra su madre, Gisèle Pelicot, quien se convirtió en un símbolo del feminismo en Francia.

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Caroline Darian denuncia a su padre, Dominique Pelicot, por abuso en un caso vinculado al juicio que estremeció a Francia

Caroline Darian, hija de Dominique Pelicot, ha tomado acciones legales acusando a su padre de haberla drogado y agredido sexualmente, en un caso que se une al impactante juicio público contra él y otros 50 hombres por los crímenes cometidos contra su madre, Gisèle Pelicot, quien se convirtió en un símbolo del feminismo en Francia.

“Ni siquiera fue confrontado adecuadamente por lo que le hizo a su hija”

– Afirmó Caroline Darian, de 46 años, al referirse a los delitos que asegura haber sufrido a manos de su padre.

18/3/2025

Caroline Darian, de 46 años, ha presentado una denuncia formal contra su padre, Dominique Pelicot, acusándolo de violación y agresión sexual. La denuncia de 30 páginas fue interpuesta este mes y contiene pruebas previamente recuperadas de dispositivos electrónicos del acusado, así como detalles que no fueron investigados durante un mediático juicio en el que Pelicot y otros 50 hombres fueron condenados por los delitos cometidos contra la madre de Caroline, Gisèle Pelicot.

El juicio, celebrado en Avignon, Francia, exploró los horribles abusos que Gisèle padeció durante casi una década a manos de su esposo, quien la drogaba con tranquilizantes y somníferos, la vestía con lencería, y permitía que decenas de hombres la violaran mientras él capturaba el abuso en fotografías y vídeos. Gisèle, al insistir en un juicio público, se convirtió en un símbolo feminista al desafiar la vergüenza inherente a estos crímenes y revelar la magnitud de los abusos sufridos.

Para Caroline, sin embargo, este caso resultó insuficiente. "Mi caso, en ese tribunal, fue como si no existiera", expresó en una entrevista reciente, haciendo referencia al hecho de que los presuntos abusos que ella asegura haber sufrido por parte de su padre no se abordaron adecuadamente durante el proceso legal. Entre las pruebas incluidas en la denuncia policial se encuentran dos fotografías que muestran a Caroline dormida en su cama, imágenes que ella asegura no recordar y que muestran ropa interior que afirma no le pertenecía. Estas fotografías fueron extraídas de los dispositivos del Sr. Pelicot por investigadores forenses. También se descubrió una carpeta eliminada titulada "Mi hija desnuda" y montajes fotográficos de Caroline y Gisèle desnudas, material que, según evidencias, Pelicot compartió con desconocidos en línea.

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La Sra. Darian, segunda desde la izquierda, en la sala del tribunal con su madre y su hermano.


En mensajes online recuperados, Pelicot negó repetidamente haber drogado o tocado sexualmente a su hija, mientras que en una conversación de Skype en 2020, admitió haber compartido fotografías de Caroline y afirmó haberla "ofrecido durante más de ocho años".

Sin embargo, durante el juicio, Pelicot solo fue condenado en el caso de su hija por haber tomado fotos íntimas sin su consentimiento, hecho que Caroline describe como una profunda herida emocional. En el marco de su denuncia, Caroline también apunta que en 2019 sufrió un desgarro anal severo que requirió tres operaciones y que, según ella, podría haber sido consecuencia de los abusos cometidos por su padre o por los hombres que este pudo haber involucrado.

Además, estas acusaciones se suman a un complejo historial de crímenes relacionados con el Sr. Pelicot, incluyendo una denuncia de abuso sexual presentada por uno de sus nietos mayores y otros dos casos sin resolver que involucran a agentes inmobiliarios jóvenes en la década de 1990, uno de los cuales fue violado y asesinado, mientras que el otro sobrevivió a un intento de violación.

El devastador impacto de los crímenes en la familia Pelicot ha dejado profundas secuelas psicológicas. Caroline sufrió ataques de pánico, insomnio y fue hospitalizada brevemente en un pabellón psiquiátrico. Su relación con sus padres cambió drásticamente; mientras que considera a su padre culpable de los crímenes, su madre, Gisèle, ha expresado ambigüedad al respecto, lo que Caroline percibe como un abandono emocional.

Florian Pelicot, el hermano menor de Caroline, de 38 años, también resultó afectado tras el juicio. Además de enfrentar la ruptura de su matrimonio de 18 años, solicitó una prueba de paternidad después de que su padre levantara dudas sobre su legitimidad durante una declaración judicial. Al respecto de las acusaciones de su hermana, Florian mencionó que, aunque admira la fortaleza de su madre para enfrentar públicamente los abusos, abrirse completamente a las denuncias de Caroline "la habría desmoronado".

Caroline Darian continúa buscando justicia y la "verdad" respecto a los crímenes que asegura haber sufrido en manos de su padre: "Haré todo lo posible por mi dignidad personal", declaró en una entrevista reciente.

El juicio contra Dominique Pelicot y los otros 50 acusados quedó marcado en la historia judicial francesa como uno de los pocos casos en que la víctima, Gisèle Pelicot, logró que el proceso fuera público, desafiando los tabúes y vergüenzas sociales asociadas a los crímenes sexuales en esa época.

Algo Curioso

“Ni siquiera fue confrontado adecuadamente por lo que le hizo a su hija”

– Afirmó Caroline Darian, de 46 años, al referirse a los delitos que asegura haber sufrido a manos de su padre.

Mar 18, 2025
Colglobal News

Caroline Darian, de 46 años, ha presentado una denuncia formal contra su padre, Dominique Pelicot, acusándolo de violación y agresión sexual. La denuncia de 30 páginas fue interpuesta este mes y contiene pruebas previamente recuperadas de dispositivos electrónicos del acusado, así como detalles que no fueron investigados durante un mediático juicio en el que Pelicot y otros 50 hombres fueron condenados por los delitos cometidos contra la madre de Caroline, Gisèle Pelicot.

El juicio, celebrado en Avignon, Francia, exploró los horribles abusos que Gisèle padeció durante casi una década a manos de su esposo, quien la drogaba con tranquilizantes y somníferos, la vestía con lencería, y permitía que decenas de hombres la violaran mientras él capturaba el abuso en fotografías y vídeos. Gisèle, al insistir en un juicio público, se convirtió en un símbolo feminista al desafiar la vergüenza inherente a estos crímenes y revelar la magnitud de los abusos sufridos.

Para Caroline, sin embargo, este caso resultó insuficiente. "Mi caso, en ese tribunal, fue como si no existiera", expresó en una entrevista reciente, haciendo referencia al hecho de que los presuntos abusos que ella asegura haber sufrido por parte de su padre no se abordaron adecuadamente durante el proceso legal. Entre las pruebas incluidas en la denuncia policial se encuentran dos fotografías que muestran a Caroline dormida en su cama, imágenes que ella asegura no recordar y que muestran ropa interior que afirma no le pertenecía. Estas fotografías fueron extraídas de los dispositivos del Sr. Pelicot por investigadores forenses. También se descubrió una carpeta eliminada titulada "Mi hija desnuda" y montajes fotográficos de Caroline y Gisèle desnudas, material que, según evidencias, Pelicot compartió con desconocidos en línea.

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La Sra. Darian, segunda desde la izquierda, en la sala del tribunal con su madre y su hermano.


En mensajes online recuperados, Pelicot negó repetidamente haber drogado o tocado sexualmente a su hija, mientras que en una conversación de Skype en 2020, admitió haber compartido fotografías de Caroline y afirmó haberla "ofrecido durante más de ocho años".

Sin embargo, durante el juicio, Pelicot solo fue condenado en el caso de su hija por haber tomado fotos íntimas sin su consentimiento, hecho que Caroline describe como una profunda herida emocional. En el marco de su denuncia, Caroline también apunta que en 2019 sufrió un desgarro anal severo que requirió tres operaciones y que, según ella, podría haber sido consecuencia de los abusos cometidos por su padre o por los hombres que este pudo haber involucrado.

Además, estas acusaciones se suman a un complejo historial de crímenes relacionados con el Sr. Pelicot, incluyendo una denuncia de abuso sexual presentada por uno de sus nietos mayores y otros dos casos sin resolver que involucran a agentes inmobiliarios jóvenes en la década de 1990, uno de los cuales fue violado y asesinado, mientras que el otro sobrevivió a un intento de violación.

El devastador impacto de los crímenes en la familia Pelicot ha dejado profundas secuelas psicológicas. Caroline sufrió ataques de pánico, insomnio y fue hospitalizada brevemente en un pabellón psiquiátrico. Su relación con sus padres cambió drásticamente; mientras que considera a su padre culpable de los crímenes, su madre, Gisèle, ha expresado ambigüedad al respecto, lo que Caroline percibe como un abandono emocional.

Florian Pelicot, el hermano menor de Caroline, de 38 años, también resultó afectado tras el juicio. Además de enfrentar la ruptura de su matrimonio de 18 años, solicitó una prueba de paternidad después de que su padre levantara dudas sobre su legitimidad durante una declaración judicial. Al respecto de las acusaciones de su hermana, Florian mencionó que, aunque admira la fortaleza de su madre para enfrentar públicamente los abusos, abrirse completamente a las denuncias de Caroline "la habría desmoronado".

Caroline Darian continúa buscando justicia y la "verdad" respecto a los crímenes que asegura haber sufrido en manos de su padre: "Haré todo lo posible por mi dignidad personal", declaró en una entrevista reciente.

El juicio contra Dominique Pelicot y los otros 50 acusados quedó marcado en la historia judicial francesa como uno de los pocos casos en que la víctima, Gisèle Pelicot, logró que el proceso fuera público, desafiando los tabúes y vergüenzas sociales asociadas a los crímenes sexuales en esa época.

Caroline Darian, de 46 años, ha presentado una denuncia formal contra su padre, Dominique Pelicot, acusándolo de violación y agresión sexual. La denuncia de 30 páginas fue interpuesta este mes y contiene pruebas previamente recuperadas de dispositivos electrónicos del acusado, así como detalles que no fueron investigados durante un mediático juicio en el que Pelicot y otros 50 hombres fueron condenados por los delitos cometidos contra la madre de Caroline, Gisèle Pelicot.

El juicio, celebrado en Avignon, Francia, exploró los horribles abusos que Gisèle padeció durante casi una década a manos de su esposo, quien la drogaba con tranquilizantes y somníferos, la vestía con lencería, y permitía que decenas de hombres la violaran mientras él capturaba el abuso en fotografías y vídeos. Gisèle, al insistir en un juicio público, se convirtió en un símbolo feminista al desafiar la vergüenza inherente a estos crímenes y revelar la magnitud de los abusos sufridos.

Para Caroline, sin embargo, este caso resultó insuficiente. "Mi caso, en ese tribunal, fue como si no existiera", expresó en una entrevista reciente, haciendo referencia al hecho de que los presuntos abusos que ella asegura haber sufrido por parte de su padre no se abordaron adecuadamente durante el proceso legal. Entre las pruebas incluidas en la denuncia policial se encuentran dos fotografías que muestran a Caroline dormida en su cama, imágenes que ella asegura no recordar y que muestran ropa interior que afirma no le pertenecía. Estas fotografías fueron extraídas de los dispositivos del Sr. Pelicot por investigadores forenses. También se descubrió una carpeta eliminada titulada "Mi hija desnuda" y montajes fotográficos de Caroline y Gisèle desnudas, material que, según evidencias, Pelicot compartió con desconocidos en línea.

__wf_reserved_inherit
La Sra. Darian, segunda desde la izquierda, en la sala del tribunal con su madre y su hermano.


En mensajes online recuperados, Pelicot negó repetidamente haber drogado o tocado sexualmente a su hija, mientras que en una conversación de Skype en 2020, admitió haber compartido fotografías de Caroline y afirmó haberla "ofrecido durante más de ocho años".

Sin embargo, durante el juicio, Pelicot solo fue condenado en el caso de su hija por haber tomado fotos íntimas sin su consentimiento, hecho que Caroline describe como una profunda herida emocional. En el marco de su denuncia, Caroline también apunta que en 2019 sufrió un desgarro anal severo que requirió tres operaciones y que, según ella, podría haber sido consecuencia de los abusos cometidos por su padre o por los hombres que este pudo haber involucrado.

Además, estas acusaciones se suman a un complejo historial de crímenes relacionados con el Sr. Pelicot, incluyendo una denuncia de abuso sexual presentada por uno de sus nietos mayores y otros dos casos sin resolver que involucran a agentes inmobiliarios jóvenes en la década de 1990, uno de los cuales fue violado y asesinado, mientras que el otro sobrevivió a un intento de violación.

El devastador impacto de los crímenes en la familia Pelicot ha dejado profundas secuelas psicológicas. Caroline sufrió ataques de pánico, insomnio y fue hospitalizada brevemente en un pabellón psiquiátrico. Su relación con sus padres cambió drásticamente; mientras que considera a su padre culpable de los crímenes, su madre, Gisèle, ha expresado ambigüedad al respecto, lo que Caroline percibe como un abandono emocional.

Florian Pelicot, el hermano menor de Caroline, de 38 años, también resultó afectado tras el juicio. Además de enfrentar la ruptura de su matrimonio de 18 años, solicitó una prueba de paternidad después de que su padre levantara dudas sobre su legitimidad durante una declaración judicial. Al respecto de las acusaciones de su hermana, Florian mencionó que, aunque admira la fortaleza de su madre para enfrentar públicamente los abusos, abrirse completamente a las denuncias de Caroline "la habría desmoronado".

Caroline Darian continúa buscando justicia y la "verdad" respecto a los crímenes que asegura haber sufrido en manos de su padre: "Haré todo lo posible por mi dignidad personal", declaró en una entrevista reciente.

El juicio contra Dominique Pelicot y los otros 50 acusados quedó marcado en la historia judicial francesa como uno de los pocos casos en que la víctima, Gisèle Pelicot, logró que el proceso fuera público, desafiando los tabúes y vergüenzas sociales asociadas a los crímenes sexuales en esa época.

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