Científicos internacionalmente liderados por la Universidad de California, Irvine (UC Irvine) han identificado un nuevo tipo de tejido denominado "lipocartílago". Este cartílago graso, caracterizado por ser suave y flexible, podría tener un impacto significativo en el tratamiento de lesiones traumáticas, defectos de nacimiento y enfermedades que afectan el cartílago, como la osteoartritis, la artritis reumatoide y el lupus.
Las células que forman el lipocartílago son conocidas como lipochondrocytes, un tipo especial de célula esquelética llena de grasa. A diferencia de los adipocitos, las lipochondrocytes permanecen estables en tamaño independientemente de la disponibilidad de alimentos, lo que significa que no varían con la ingesta calórica. Este tejido tiene propiedades biomecánicas que le permiten ser fuerte y flexible, similar a una burbuja de plástico. Las lipochondrocytes secretan una matriz extracelular rica en colágeno y contienen grandes vacuolas lipídicas que son extremadamente estables.
Los investigadores encontraron lipocartílago en las orejas, nariz, laringe y pecho de ratones, así como en otros mamíferos, incluidos murciélagos y marsupiales. También se identificaron gotas lipídicas abundantes en células de cartílago humano cultivadas a partir de células madre embrionarias. Las vacuolas lipídicas dentro de las lipochondrocytes son robustas y no cambian de tamaño, a diferencia de los adipocitos que se expanden o contraen según la ingesta calórica.
La formación de lipocartílago depende de la lipogénesis de novo, un proceso que convierte la glucosa en ácidos grasos. Las células de lipocartílago no pueden absorber ácidos grasos adicionales de la circulación, lo que contribuye a la estabilidad de sus vacuolas.
El estudio fue publicado en la revista Science con el título "Superstable lipid vacuoles endow cartilage with its shape and biomechanics". Desde su publicación, el artículo ha sido citado en dos ocasiones, reflejando el interés que ha suscitado en la comunidad científica.
El lipocartílago tiene un potencial significativo en la medicina regenerativa. Actualmente, la reconstrucción de cartílago requiere procedimientos invasivos, como la extracción de tejido de las costillas del paciente. Sin embargo, con este avance, se podrían derivar lipochondrocytes específicos del paciente a partir de células madre, facilitando la fabricación de cartílago vivo adaptado a las necesidades individuales mediante técnicas como la impresión 3D.
Este descubrimiento desafía las suposiciones tradicionales sobre la biología del cartílago y abre nuevas oportunidades para la investigación en biomedicina y la ingeniería de tejidos. La comunidad científica espera que continúen las investigaciones para explorar completamente las aplicaciones terapéuticas del lipocartílago, potencialmente mejorando la calidad de vida de miles de personas afectadas por diversas patologías del cartílago. El lipocartílago no cambia de tamaño independientemente de la ingesta calórica, una característica que lo diferencia notablemente de otros tipos de células grasas, como los adipocitos.