El más reciente informe elaborado por IQAir sobre la calidad del aire en 2024 destaca que solo siete países en el mundo cumplieron con los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la concentración de partículas tóxicas PM2.5. Estas partículas, responsables de graves problemas respiratorios y cardiovasculares, deberían estar por debajo de los 5 microgramos por metro cúbico (µg/m³), según las directrices oficiales de la OMS.
Las naciones que lograron mantener los niveles de PM2.5 dentro de lo recomendado son Australia, Nueva Zelanda, Estonia, Islandia y algunos pequeños estados insulares. Este es un número limitado en comparación con la globalidad de países analizados, lo que refleja la magnitud de los desafíos relacionados con la contaminación ambiental.
Por otro lado, el informe subraya a Chad, Bangladesh, Pakistán, la República Democrática del Congo e India como los países con las concentraciones más alarmantes de partículas PM2.5. En estas naciones, los niveles superaron al menos diez veces los límites recomendados, alcanzando en Chad hasta 18 veces más de lo permitido. Este dato posiciona a estos países entre los más afectados por la contaminación del aire en el mundo.
Entre las principales causas de preocupación, IQAir señala que la contaminación del aire se posiciona como el segundo mayor factor de riesgo de muerte global después de la hipertensión arterial, atribuyéndose millones de muertes anuales a esta problemática. El informe recalca que un seguimiento efectivo de las recomendaciones de la OMS podría salvar vidas y mejorar significativamente la salud pública a nivel mundial.
En términos de progreso, se reporta que, a nivel global, el porcentaje de ciudades que cumplen con los estándares de PM2.5 incrementó del 9% en 2023 al 17% en 2024, indicando una mejora relativa pero insuficiente. India, que alberga seis de las diez ciudades más contaminadas en el mundo, logró una disminución del 7% en sus niveles de contaminación entre 2023 y 2024, reflejando esfuerzos de mitigación. En China, país frecuentemente señalado por su calidad del aire, se ha reportado una mejora significativa: una reducción del 50% en los niveles de PM2.5 desde 2013 hasta 2020. Ambas naciones representan ejemplos de esfuerzos continuos para abordar el problema.
A nivel regional, el documento advierte sobre notables desigualdades en calidad del aire en Europa, donde las ciudades más contaminadas presentan niveles de PM2.5 hasta 20 veces superiores en comparación con las más limpias. Un caso señalado es el de Beijing en China, cuya calidad del aire ahora se asemeja a la de Sarajevo, ciudad que fue declarada la más contaminada de Europa durante dos años consecutivos.
El informe también resalta los desafíos en cuanto al monitoreo global de la calidad del aire. Solo un tercio de las estaciones de monitoreo en el mundo están gestionadas por gobiernos; el resto depende de organizaciones sin fines de lucro, escuelas, universidades y ciudadanos que utilizan sensores. Esta disparidad en monitoreo afecta especialmente a regiones de África y Asia occidental, donde la falta de estaciones llevó a la exclusión de varios países del análisis, dejando posibles "puntos ciegos" en el mapeo de la contaminación global.
Los hallazgos del informe ponen en evidencia la urgente necesidad de formular políticas más estrictas y robustas en materia de calidad del aire. También instan a una mayor inversión en infraestructura para monitorear y controlar los niveles de contaminación, que no solo afecta la salud de las personas, sino también el desarrollo sostenible de los países.
El aire limpio, un recurso esencial para la vida, es un lujo en gran parte del mundo. Solo 17% de las ciudades globales logran cumplir los estándares de calidad del aire establecidos, dejando al descubierto la magnitud de esta crisis ambiental.