Salud

Ejercicio físico bajo el agua, una alternativa efectiva para reducir peso y mejorar la movilidad

Un análisis liderado por la Universidad Nacional Pukyong y publicado en BMJ Open destaca que la práctica de ejercicios acuáticos durante al menos 10 semanas es eficaz para reducir el peso corporal y la circunferencia de la cintura en personas con sobrepeso u obesidad. Este enfoque ofrece resultados significativos, especialmente en mujeres y mayores de 45 años, gracias a los beneficios únicos del medio acuático.

Salud

Ejercicio físico bajo el agua, una alternativa efectiva para reducir peso y mejorar la movilidad

Un análisis liderado por la Universidad Nacional Pukyong y publicado en BMJ Open destaca que la práctica de ejercicios acuáticos durante al menos 10 semanas es eficaz para reducir el peso corporal y la circunferencia de la cintura en personas con sobrepeso u obesidad. Este enfoque ofrece resultados significativos, especialmente en mujeres y mayores de 45 años, gracias a los beneficios únicos del medio acuático.

“Sumergirse en el agua no solo aligera el cuerpo, sino que transforma el ejercicio en una experiencia efectiva y segura”

– Señala Facundo Macchi, autor del artículo en El País.

14/3/2025

La efectividad de los ejercicios acuáticos como herramienta para combatir la obesidad ha sido reafirmada por un estudio de la Universidad Nacional Pukyong, en Corea del Sur, y una revisión sistemática publicada en BMJ Open. Estas investigaciones evalúan ampliamente los beneficios de esta modalidad de actividad física, especialmente en personas con sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal ≥ 30). Los resultados subrayan su impacto positivo en la pérdida de peso y la reducción de la circunferencia de la cintura.

El análisis incluyó 10 ensayos clínicos, con la participación de 286 personas de edades entre 20 y 70 años, procedentes de países tan diversos como Malasia, Brasil, India, Estados Unidos y Países Bajos. Los ejercicios aplicados fueron variados, desde aeróbicos y zumba hasta yoga y jogging acuático, y las sesiones se realizaron 2-3 veces por semana, con una duración promedio de 60 minutos. Tras más de 10 semanas, los participantes experimentaron una pérdida promedio de peso de 2.69 kg y una disminución de 2.75 cm en la circunferencia de su cintura, resultados estadísticamente significativos (p < 0.05). Las mejoras fueron más pronunciadas en mujeres y en individuos mayores de 45 años.

El medio acuático brinda diversas ventajas frente a los ejercicios en tierra firme. Según el principio de Arquímedes, al sumergirse hasta la altura de la clavícula, una persona se siente hasta un 90% más ligera, lo que reduce de forma significativa el impacto sobre las articulaciones. Por ejemplo, alguien que pesa 100 kg se percibe como si pesara solo 10 kg. Esta cualidad ayuda a disminuir el riesgo de lesiones y permite que personas con movilidad limitada o dolores articulares puedan realizar actividad física. Además, el agua a temperaturas de 26-27 grados amplifica el gasto metabólico y favorece la movilidad y la coordinación, reduciendo el riesgo de caídas.

A pesar de estos hallazgos, la evidencia no mostró mejoras significativas en otros indicadores como el índice de masa corporal (IMC), masa magra, masa grasa, relación cintura-cadera, ni circunferencia de cadera. Los datos para el porcentaje de grasa corporal fueron catalogados como de muy baja calidad. Sin embargo, los investigadores destacaron la importancia de los efectos conseguidos en peso y circunferencia de cintura, parámetros cruciales en el manejo del sobrepeso y la obesidad.

Más allá de los beneficios físicos, el ejercicio acuático también tiene un impacto psicológico positivo, al mejorar la autoestima y la confianza de los participantes. Según el artículo publicado en El País, estas actividades ayudan a "redescubrir la capacidad de movimiento", transformando una práctica física en un impulso tanto físico como emocional.

Los resultados de la revisión sistemática estuvieron registrados en PROSPERO bajo el código CRD42023466969. La calidad de los hallazgos fue evaluada como moderada para pérdida de peso y circunferencia de cintura, mientras que otros indicadores recibieron clasificaciones de baja o muy baja calidad. Los resultados refuerzan la posición del ejercicio acuático como una estrategia efectiva y segura dentro de las intervenciones para controlar el peso y mejorar la salud en personas con obesidad.

El principio de Arquímedes, que permite que el cuerpo humano se perciba un 90% más ligero al estar sumergido hasta la clavícula, no solo es fundamental en la física, sino que también se traduce en una herramienta clave para hacer del medio acuático un espacio ideal para el ejercicio físico.

Algo Curioso

“Sumergirse en el agua no solo aligera el cuerpo, sino que transforma el ejercicio en una experiencia efectiva y segura”

– Señala Facundo Macchi, autor del artículo en El País.

Mar 14, 2025
Colglobal News

La efectividad de los ejercicios acuáticos como herramienta para combatir la obesidad ha sido reafirmada por un estudio de la Universidad Nacional Pukyong, en Corea del Sur, y una revisión sistemática publicada en BMJ Open. Estas investigaciones evalúan ampliamente los beneficios de esta modalidad de actividad física, especialmente en personas con sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal ≥ 30). Los resultados subrayan su impacto positivo en la pérdida de peso y la reducción de la circunferencia de la cintura.

El análisis incluyó 10 ensayos clínicos, con la participación de 286 personas de edades entre 20 y 70 años, procedentes de países tan diversos como Malasia, Brasil, India, Estados Unidos y Países Bajos. Los ejercicios aplicados fueron variados, desde aeróbicos y zumba hasta yoga y jogging acuático, y las sesiones se realizaron 2-3 veces por semana, con una duración promedio de 60 minutos. Tras más de 10 semanas, los participantes experimentaron una pérdida promedio de peso de 2.69 kg y una disminución de 2.75 cm en la circunferencia de su cintura, resultados estadísticamente significativos (p < 0.05). Las mejoras fueron más pronunciadas en mujeres y en individuos mayores de 45 años.

El medio acuático brinda diversas ventajas frente a los ejercicios en tierra firme. Según el principio de Arquímedes, al sumergirse hasta la altura de la clavícula, una persona se siente hasta un 90% más ligera, lo que reduce de forma significativa el impacto sobre las articulaciones. Por ejemplo, alguien que pesa 100 kg se percibe como si pesara solo 10 kg. Esta cualidad ayuda a disminuir el riesgo de lesiones y permite que personas con movilidad limitada o dolores articulares puedan realizar actividad física. Además, el agua a temperaturas de 26-27 grados amplifica el gasto metabólico y favorece la movilidad y la coordinación, reduciendo el riesgo de caídas.

A pesar de estos hallazgos, la evidencia no mostró mejoras significativas en otros indicadores como el índice de masa corporal (IMC), masa magra, masa grasa, relación cintura-cadera, ni circunferencia de cadera. Los datos para el porcentaje de grasa corporal fueron catalogados como de muy baja calidad. Sin embargo, los investigadores destacaron la importancia de los efectos conseguidos en peso y circunferencia de cintura, parámetros cruciales en el manejo del sobrepeso y la obesidad.

Más allá de los beneficios físicos, el ejercicio acuático también tiene un impacto psicológico positivo, al mejorar la autoestima y la confianza de los participantes. Según el artículo publicado en El País, estas actividades ayudan a "redescubrir la capacidad de movimiento", transformando una práctica física en un impulso tanto físico como emocional.

Los resultados de la revisión sistemática estuvieron registrados en PROSPERO bajo el código CRD42023466969. La calidad de los hallazgos fue evaluada como moderada para pérdida de peso y circunferencia de cintura, mientras que otros indicadores recibieron clasificaciones de baja o muy baja calidad. Los resultados refuerzan la posición del ejercicio acuático como una estrategia efectiva y segura dentro de las intervenciones para controlar el peso y mejorar la salud en personas con obesidad.

El principio de Arquímedes, que permite que el cuerpo humano se perciba un 90% más ligero al estar sumergido hasta la clavícula, no solo es fundamental en la física, sino que también se traduce en una herramienta clave para hacer del medio acuático un espacio ideal para el ejercicio físico.

La efectividad de los ejercicios acuáticos como herramienta para combatir la obesidad ha sido reafirmada por un estudio de la Universidad Nacional Pukyong, en Corea del Sur, y una revisión sistemática publicada en BMJ Open. Estas investigaciones evalúan ampliamente los beneficios de esta modalidad de actividad física, especialmente en personas con sobrepeso u obesidad (índice de masa corporal ≥ 30). Los resultados subrayan su impacto positivo en la pérdida de peso y la reducción de la circunferencia de la cintura.

El análisis incluyó 10 ensayos clínicos, con la participación de 286 personas de edades entre 20 y 70 años, procedentes de países tan diversos como Malasia, Brasil, India, Estados Unidos y Países Bajos. Los ejercicios aplicados fueron variados, desde aeróbicos y zumba hasta yoga y jogging acuático, y las sesiones se realizaron 2-3 veces por semana, con una duración promedio de 60 minutos. Tras más de 10 semanas, los participantes experimentaron una pérdida promedio de peso de 2.69 kg y una disminución de 2.75 cm en la circunferencia de su cintura, resultados estadísticamente significativos (p < 0.05). Las mejoras fueron más pronunciadas en mujeres y en individuos mayores de 45 años.

El medio acuático brinda diversas ventajas frente a los ejercicios en tierra firme. Según el principio de Arquímedes, al sumergirse hasta la altura de la clavícula, una persona se siente hasta un 90% más ligera, lo que reduce de forma significativa el impacto sobre las articulaciones. Por ejemplo, alguien que pesa 100 kg se percibe como si pesara solo 10 kg. Esta cualidad ayuda a disminuir el riesgo de lesiones y permite que personas con movilidad limitada o dolores articulares puedan realizar actividad física. Además, el agua a temperaturas de 26-27 grados amplifica el gasto metabólico y favorece la movilidad y la coordinación, reduciendo el riesgo de caídas.

A pesar de estos hallazgos, la evidencia no mostró mejoras significativas en otros indicadores como el índice de masa corporal (IMC), masa magra, masa grasa, relación cintura-cadera, ni circunferencia de cadera. Los datos para el porcentaje de grasa corporal fueron catalogados como de muy baja calidad. Sin embargo, los investigadores destacaron la importancia de los efectos conseguidos en peso y circunferencia de cintura, parámetros cruciales en el manejo del sobrepeso y la obesidad.

Más allá de los beneficios físicos, el ejercicio acuático también tiene un impacto psicológico positivo, al mejorar la autoestima y la confianza de los participantes. Según el artículo publicado en El País, estas actividades ayudan a "redescubrir la capacidad de movimiento", transformando una práctica física en un impulso tanto físico como emocional.

Los resultados de la revisión sistemática estuvieron registrados en PROSPERO bajo el código CRD42023466969. La calidad de los hallazgos fue evaluada como moderada para pérdida de peso y circunferencia de cintura, mientras que otros indicadores recibieron clasificaciones de baja o muy baja calidad. Los resultados refuerzan la posición del ejercicio acuático como una estrategia efectiva y segura dentro de las intervenciones para controlar el peso y mejorar la salud en personas con obesidad.

El principio de Arquímedes, que permite que el cuerpo humano se perciba un 90% más ligero al estar sumergido hasta la clavícula, no solo es fundamental en la física, sino que también se traduce en una herramienta clave para hacer del medio acuático un espacio ideal para el ejercicio físico.

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