Ciencia

Células vivas en excremento animal podrían salvar especies en peligro de extinción

Una novedosa investigación, liderada por la profesora Suzannah Williams de la Universidad de Oxford, ha descubierto que el excremento animal contiene células vivas que podrían ser utilizadas en técnicas biotecnológicas para aumentar la diversidad genética y ayudar a proteger especies amenazadas, como los leopardos de las nieves y tortugas marinas, frente a la creciente amenaza de extinción.

Ciencia

Células vivas en excremento animal podrían salvar especies en peligro de extinción

Una novedosa investigación, liderada por la profesora Suzannah Williams de la Universidad de Oxford, ha descubierto que el excremento animal contiene células vivas que podrían ser utilizadas en técnicas biotecnológicas para aumentar la diversidad genética y ayudar a proteger especies amenazadas, como los leopardos de las nieves y tortugas marinas, frente a la creciente amenaza de extinción.

“La aniquilación biológica que enfrentan muchas especies nos obliga a buscar enfoques innovadores para su conservación”

– Destacó la profesora Suzannah Williams.

17/3/2025

El proyecto denominado “el zoológico de excrementos” plantea un método innovador para abordar la crisis de extinción masiva que afecta a miles de especies en todo el mundo. Liderado por la profesora Suzannah Williams, investigadora de la Universidad de Oxford, el equipo de científicos ha identificado que las heces no son solo un desecho, sino una valiosa fuente de células vivas que pueden ser aprovechadas para preservar la biodiversidad.

El hallazgo se basa en que las heces frescas contienen células vivas de los animales que los producen. Hasta ahora, los investigadores han logrado aislar células vivas a partir de excremento de ratones y elefantes. Este descubrimiento abre la puerta a aumentar la variación genética dentro de poblaciones pequeñas y en peligro de extinción, incrementando sus posibilidades de supervivencia. Entre las especies que podrían beneficiarse de esta técnica se encuentran los leopardos de las nieves y tortugas marinas, ambas seriamente amenazadas.

La investigación contempla tres principales métodos de rescate genético: el análisis de ADN para estudiar la variabilidad genética, el cultivo de células con el objetivo de eventualmente utilizarlas en tecnologías como la clonación, y la reprogramación de células para convertirlas en esperma u óvulos. Esto, a su vez, permitiría la fertilización in vitro como herramienta para aumentar la población de ciertos animales.

Sin embargo, este enfoque presenta importantes desafíos. En primer lugar, el proyecto requiere procesar grandes volúmenes de excremento para aislar suficientes células viables, lo que implica una considerable inversión de tiempo y recursos. Además, las heces son un entorno extremadamente rico en bacterias, lo que puede contaminar el proceso. Los investigadores han desarrollado técnicas para diluir las bacterias y optimizar los resultados, pero el problema sigue siendo un obstáculo significativo.

Instituciones como Revive & Restore también están impulsando la conservación de especies mediante biotecnología. Esta organización ha liderado proyectos como la clonación del hurón de pies negros, considerado previamente extinto en estado salvaje, y trabajan activamente en la recuperación genética de especies amenazadas, como el caballo de Przewalski y la paloma pasajera. Los esfuerzos de esta índole son cada vez más relevantes, considerando que, según estimaciones, entre 17,000 y 35,000 especies desaparecen anualmente en el mundo. En el caso de las plantas en Europa, cerca de 1,500 especies están en peligro.

La pérdida de biodiversidad ha sido descrita como una "aniquilación biológica" por numerosos expertos, y este nuevo enfoque aprovecha recursos que previamente se habían ignorado. La conservación no invasiva a través del uso de heces ofrece una herramienta poderosa para combatir la crisis ambiental en curso. El proyecto aún está en una etapa inicial, pero promete ser una solución revolucionaria en la lucha por la supervivencia de muchas especies.

El hurón de pies negros, una de las primeras especies clonadas como parte de programas de rescate genético, fue declarado extinto en la década de 1980. Gracias a la clonación y otras técnicas biotecnológicas, esta especie ha sido reintroducida y actualmente tiene poblaciones en estado salvaje.

Algo Curioso

“La aniquilación biológica que enfrentan muchas especies nos obliga a buscar enfoques innovadores para su conservación”

– Destacó la profesora Suzannah Williams.

Mar 17, 2025
Colglobal News

El proyecto denominado “el zoológico de excrementos” plantea un método innovador para abordar la crisis de extinción masiva que afecta a miles de especies en todo el mundo. Liderado por la profesora Suzannah Williams, investigadora de la Universidad de Oxford, el equipo de científicos ha identificado que las heces no son solo un desecho, sino una valiosa fuente de células vivas que pueden ser aprovechadas para preservar la biodiversidad.

El hallazgo se basa en que las heces frescas contienen células vivas de los animales que los producen. Hasta ahora, los investigadores han logrado aislar células vivas a partir de excremento de ratones y elefantes. Este descubrimiento abre la puerta a aumentar la variación genética dentro de poblaciones pequeñas y en peligro de extinción, incrementando sus posibilidades de supervivencia. Entre las especies que podrían beneficiarse de esta técnica se encuentran los leopardos de las nieves y tortugas marinas, ambas seriamente amenazadas.

La investigación contempla tres principales métodos de rescate genético: el análisis de ADN para estudiar la variabilidad genética, el cultivo de células con el objetivo de eventualmente utilizarlas en tecnologías como la clonación, y la reprogramación de células para convertirlas en esperma u óvulos. Esto, a su vez, permitiría la fertilización in vitro como herramienta para aumentar la población de ciertos animales.

Sin embargo, este enfoque presenta importantes desafíos. En primer lugar, el proyecto requiere procesar grandes volúmenes de excremento para aislar suficientes células viables, lo que implica una considerable inversión de tiempo y recursos. Además, las heces son un entorno extremadamente rico en bacterias, lo que puede contaminar el proceso. Los investigadores han desarrollado técnicas para diluir las bacterias y optimizar los resultados, pero el problema sigue siendo un obstáculo significativo.

Instituciones como Revive & Restore también están impulsando la conservación de especies mediante biotecnología. Esta organización ha liderado proyectos como la clonación del hurón de pies negros, considerado previamente extinto en estado salvaje, y trabajan activamente en la recuperación genética de especies amenazadas, como el caballo de Przewalski y la paloma pasajera. Los esfuerzos de esta índole son cada vez más relevantes, considerando que, según estimaciones, entre 17,000 y 35,000 especies desaparecen anualmente en el mundo. En el caso de las plantas en Europa, cerca de 1,500 especies están en peligro.

La pérdida de biodiversidad ha sido descrita como una "aniquilación biológica" por numerosos expertos, y este nuevo enfoque aprovecha recursos que previamente se habían ignorado. La conservación no invasiva a través del uso de heces ofrece una herramienta poderosa para combatir la crisis ambiental en curso. El proyecto aún está en una etapa inicial, pero promete ser una solución revolucionaria en la lucha por la supervivencia de muchas especies.

El hurón de pies negros, una de las primeras especies clonadas como parte de programas de rescate genético, fue declarado extinto en la década de 1980. Gracias a la clonación y otras técnicas biotecnológicas, esta especie ha sido reintroducida y actualmente tiene poblaciones en estado salvaje.

El proyecto denominado “el zoológico de excrementos” plantea un método innovador para abordar la crisis de extinción masiva que afecta a miles de especies en todo el mundo. Liderado por la profesora Suzannah Williams, investigadora de la Universidad de Oxford, el equipo de científicos ha identificado que las heces no son solo un desecho, sino una valiosa fuente de células vivas que pueden ser aprovechadas para preservar la biodiversidad.

El hallazgo se basa en que las heces frescas contienen células vivas de los animales que los producen. Hasta ahora, los investigadores han logrado aislar células vivas a partir de excremento de ratones y elefantes. Este descubrimiento abre la puerta a aumentar la variación genética dentro de poblaciones pequeñas y en peligro de extinción, incrementando sus posibilidades de supervivencia. Entre las especies que podrían beneficiarse de esta técnica se encuentran los leopardos de las nieves y tortugas marinas, ambas seriamente amenazadas.

La investigación contempla tres principales métodos de rescate genético: el análisis de ADN para estudiar la variabilidad genética, el cultivo de células con el objetivo de eventualmente utilizarlas en tecnologías como la clonación, y la reprogramación de células para convertirlas en esperma u óvulos. Esto, a su vez, permitiría la fertilización in vitro como herramienta para aumentar la población de ciertos animales.

Sin embargo, este enfoque presenta importantes desafíos. En primer lugar, el proyecto requiere procesar grandes volúmenes de excremento para aislar suficientes células viables, lo que implica una considerable inversión de tiempo y recursos. Además, las heces son un entorno extremadamente rico en bacterias, lo que puede contaminar el proceso. Los investigadores han desarrollado técnicas para diluir las bacterias y optimizar los resultados, pero el problema sigue siendo un obstáculo significativo.

Instituciones como Revive & Restore también están impulsando la conservación de especies mediante biotecnología. Esta organización ha liderado proyectos como la clonación del hurón de pies negros, considerado previamente extinto en estado salvaje, y trabajan activamente en la recuperación genética de especies amenazadas, como el caballo de Przewalski y la paloma pasajera. Los esfuerzos de esta índole son cada vez más relevantes, considerando que, según estimaciones, entre 17,000 y 35,000 especies desaparecen anualmente en el mundo. En el caso de las plantas en Europa, cerca de 1,500 especies están en peligro.

La pérdida de biodiversidad ha sido descrita como una "aniquilación biológica" por numerosos expertos, y este nuevo enfoque aprovecha recursos que previamente se habían ignorado. La conservación no invasiva a través del uso de heces ofrece una herramienta poderosa para combatir la crisis ambiental en curso. El proyecto aún está en una etapa inicial, pero promete ser una solución revolucionaria en la lucha por la supervivencia de muchas especies.

El hurón de pies negros, una de las primeras especies clonadas como parte de programas de rescate genético, fue declarado extinto en la década de 1980. Gracias a la clonación y otras técnicas biotecnológicas, esta especie ha sido reintroducida y actualmente tiene poblaciones en estado salvaje.

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