El 14 de marzo de 2025, el precio del oro rompió una barrera histórica al superar los 3,000 dólares por onza, específicamente alcanzando los 3,001.08 dólares durante las operaciones matutinas. Posteriormente, llegó a un máximo intradía de 3,005 dólares antes de ajustarse ligeramente por debajo de los 3,000 dólares. Este aumento marca un hito sin precedentes para el metal precioso, que ha sido tradicionalmente un refugio seguro en tiempos de inestabilidad.
Desde enero de 2024, el precio del oro ha experimentado un aumento notable de más de 1,000 dólares por onza, lo que equivale a un incremento del 45%. En el inicio de ese año, el oro se cotizaba a 2,063.73 dólares por onza. Este crecimiento sostenido refleja el impacto de múltiples factores, entre ellos la incertidumbre generada por el panorama económico global y las dinámicas políticas en Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump. Las tarifas comerciales impuestas por Trump, que incluyen un arancel del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, han generado tensiones en los mercados y contribuido a la demanda de activos más estables, como el oro.
La guerra en Ucrania, que comenzó en 2022, ha sido un elemento clave en el sostén de los altos precios del metal. Desde entonces, el oro ha incrementado su valor en un 60%, reflejando su utilidad como salvaguarda frente a los riesgos prolongados en el ámbito geopolítico. En paralelo, la debilidad del dólar estadounidense ha favorecido el atractivo del oro para los compradores internacionales, aumentando su demanda en mercados clave.
Los expertos han expresado reflexiones sobre esta subida vertiginosa. Jason Hollands, director de Evelyn Partners, calificó al oro como "el activo de pánico por excelencia" y señaló que su alza responde a las "extremas incertidumbres" del comercio global. En tanto, Larry Summers, exsecretario del Tesoro de EE. UU., comentó que este récord refleja también la desconfianza en la gestión económica del país.
Además de ser materia prima para mercados financieros, el oro es un termómetro de las preocupaciones internacionales. Los bancos centrales han incrementado notablemente sus compras del metal como medida para protegerse contra sanciones financieras y estabilizar sus reservas. A nivel comercial, Londres sigue siendo el epicentro mundial para el comercio al contado de oro, consolidándose como un mercado de referencia esencial.
Aunque resulta difícil predecir el curso futuro del mercado, todo indica que el valor del oro seguirá respondiendo a factores como las tensiones geopolíticas actuales y cualquier evolución en las políticas económicas y comerciales de los países involucrados.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022, el precio del oro ha incrementado un 60%, destacando su fortaleza como activo refugio frente a las crisis prolongadas.