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Desinformación y Extrema Derecha Agravan Tensiones Raciales en Reino Unido Tras Asesinato de Tres Niñas

La desinformación y los bulos difundidos por figuras de la extrema derecha han intensificado el racismo y provocado disturbios en varias ciudades del Reino Unido, tras el asesinato de tres niñas en Southport el 29 de julio de 2024.

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Desinformación y Extrema Derecha Agravan Tensiones Raciales en Reino Unido Tras Asesinato de Tres Niñas

La desinformación y los bulos difundidos por figuras de la extrema derecha han intensificado el racismo y provocado disturbios en varias ciudades del Reino Unido, tras el asesinato de tres niñas en Southport el 29 de julio de 2024.

"Los disturbios no eran protestas legítimas, sino actos criminales impulsados por el odio."

— Keir Starmer, Primer Ministro del Reino Unido

10/8/2024

El 29 de julio de 2024, un trágico incidente sacudió la ciudad de Southport durante un evento de baile temático de Taylor Swift. Tres niñas, de 6, 7 y 9 años, fueron apuñaladas y perdieron la vida, mientras que nueve niños más resultaron heridos, seis de ellos en estado crítico. El ataque fue perpetrado por Axel Rudakubana, un joven de 17 años nacido en Cardiff, Gales, en el seno de una familia de refugiados de Ruanda. Rudakubana fue detenido y enfrenta múltiples cargos de homicidio por este acto violento.

Inmediatamente después del ataque, se esparcieron rumores que afirmaban que el atacante era un inmigrante musulmán radical. Estas falsas afirmaciones se viralizaron rápidamente, alcanzando 27 millones de visualizaciones en pocas horas. Un análisis efectuado por Marc Owen Jones reveló que el 49% del tráfico digital relacionado con el término "Southport Muslim" provenía de Estados Unidos y el 30% de Gran Bretaña.

Figuras de la extrema derecha, como Tommy Robinson y Alex Jones, jugaron un papel crucial en la propagación de estos bulos. Robinson, conocido por su activismo antimusulmán, utilizó plataformas como X (anteriormente Twitter) para incitar al odio. La plataforma, bajo la dirección de Elon Musk, también ha sido criticada por permitir la diseminación de discursos de odio y desinformación.

La propagación de estas falsedades desató una serie de protestas de extrema derecha en distintas ciudades del Reino Unido, incluyendo Londres y Sunderland. Estas manifestaciones resultaron en enfrentamientos con la policía, dejando varios heridos, incluyendo tres oficiales, y derivando en múltiples arrestos.

Ante esta situación, el Gobierno británico, liderado por Keir Starmer, condenó enérgicamente la desinformación y exhortó a las plataformas de redes sociales a tomar medidas contra la incitación a la violencia. Starmer destacó que los disturbios no eran protestas legítimas, sino actos criminales motivados por el odio.

Por su parte, Claire Wardle, experta en desinformación, advirtió sobre las graves consecuencias de la desinformación y el discurso de odio, incluyendo la erosión de la confianza en las instituciones y la normalización de la violencia. Este episodio pone de manifiesto cómo la desinformación puede desencadenar disturbios y agravar tensiones raciales, explotando el vacío informativo que sigue a eventos traumáticos. La viralización de los bulos generados a partir del ataque en Southport alcanzó 27 millones de visualizaciones en las primeras horas, demostrando el poder y rapidez de la desinformación en la era digital.

Algo Curioso

"Los disturbios no eran protestas legítimas, sino actos criminales impulsados por el odio."

— Keir Starmer, Primer Ministro del Reino Unido

Aug 10, 2024
Colglobal News

El 29 de julio de 2024, un trágico incidente sacudió la ciudad de Southport durante un evento de baile temático de Taylor Swift. Tres niñas, de 6, 7 y 9 años, fueron apuñaladas y perdieron la vida, mientras que nueve niños más resultaron heridos, seis de ellos en estado crítico. El ataque fue perpetrado por Axel Rudakubana, un joven de 17 años nacido en Cardiff, Gales, en el seno de una familia de refugiados de Ruanda. Rudakubana fue detenido y enfrenta múltiples cargos de homicidio por este acto violento.

Inmediatamente después del ataque, se esparcieron rumores que afirmaban que el atacante era un inmigrante musulmán radical. Estas falsas afirmaciones se viralizaron rápidamente, alcanzando 27 millones de visualizaciones en pocas horas. Un análisis efectuado por Marc Owen Jones reveló que el 49% del tráfico digital relacionado con el término "Southport Muslim" provenía de Estados Unidos y el 30% de Gran Bretaña.

Figuras de la extrema derecha, como Tommy Robinson y Alex Jones, jugaron un papel crucial en la propagación de estos bulos. Robinson, conocido por su activismo antimusulmán, utilizó plataformas como X (anteriormente Twitter) para incitar al odio. La plataforma, bajo la dirección de Elon Musk, también ha sido criticada por permitir la diseminación de discursos de odio y desinformación.

La propagación de estas falsedades desató una serie de protestas de extrema derecha en distintas ciudades del Reino Unido, incluyendo Londres y Sunderland. Estas manifestaciones resultaron en enfrentamientos con la policía, dejando varios heridos, incluyendo tres oficiales, y derivando en múltiples arrestos.

Ante esta situación, el Gobierno británico, liderado por Keir Starmer, condenó enérgicamente la desinformación y exhortó a las plataformas de redes sociales a tomar medidas contra la incitación a la violencia. Starmer destacó que los disturbios no eran protestas legítimas, sino actos criminales motivados por el odio.

Por su parte, Claire Wardle, experta en desinformación, advirtió sobre las graves consecuencias de la desinformación y el discurso de odio, incluyendo la erosión de la confianza en las instituciones y la normalización de la violencia. Este episodio pone de manifiesto cómo la desinformación puede desencadenar disturbios y agravar tensiones raciales, explotando el vacío informativo que sigue a eventos traumáticos. La viralización de los bulos generados a partir del ataque en Southport alcanzó 27 millones de visualizaciones en las primeras horas, demostrando el poder y rapidez de la desinformación en la era digital.

El 29 de julio de 2024, un trágico incidente sacudió la ciudad de Southport durante un evento de baile temático de Taylor Swift. Tres niñas, de 6, 7 y 9 años, fueron apuñaladas y perdieron la vida, mientras que nueve niños más resultaron heridos, seis de ellos en estado crítico. El ataque fue perpetrado por Axel Rudakubana, un joven de 17 años nacido en Cardiff, Gales, en el seno de una familia de refugiados de Ruanda. Rudakubana fue detenido y enfrenta múltiples cargos de homicidio por este acto violento.

Inmediatamente después del ataque, se esparcieron rumores que afirmaban que el atacante era un inmigrante musulmán radical. Estas falsas afirmaciones se viralizaron rápidamente, alcanzando 27 millones de visualizaciones en pocas horas. Un análisis efectuado por Marc Owen Jones reveló que el 49% del tráfico digital relacionado con el término "Southport Muslim" provenía de Estados Unidos y el 30% de Gran Bretaña.

Figuras de la extrema derecha, como Tommy Robinson y Alex Jones, jugaron un papel crucial en la propagación de estos bulos. Robinson, conocido por su activismo antimusulmán, utilizó plataformas como X (anteriormente Twitter) para incitar al odio. La plataforma, bajo la dirección de Elon Musk, también ha sido criticada por permitir la diseminación de discursos de odio y desinformación.

La propagación de estas falsedades desató una serie de protestas de extrema derecha en distintas ciudades del Reino Unido, incluyendo Londres y Sunderland. Estas manifestaciones resultaron en enfrentamientos con la policía, dejando varios heridos, incluyendo tres oficiales, y derivando en múltiples arrestos.

Ante esta situación, el Gobierno británico, liderado por Keir Starmer, condenó enérgicamente la desinformación y exhortó a las plataformas de redes sociales a tomar medidas contra la incitación a la violencia. Starmer destacó que los disturbios no eran protestas legítimas, sino actos criminales motivados por el odio.

Por su parte, Claire Wardle, experta en desinformación, advirtió sobre las graves consecuencias de la desinformación y el discurso de odio, incluyendo la erosión de la confianza en las instituciones y la normalización de la violencia. Este episodio pone de manifiesto cómo la desinformación puede desencadenar disturbios y agravar tensiones raciales, explotando el vacío informativo que sigue a eventos traumáticos. La viralización de los bulos generados a partir del ataque en Southport alcanzó 27 millones de visualizaciones en las primeras horas, demostrando el poder y rapidez de la desinformación en la era digital.

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