El análisis del Pew Research Center muestra un notable incremento en la cantidad de adultos solteros en Estados Unidos. En 2019, el 38% de los adultos de entre 25 y 54 años no tenían una pareja, destacando un aumento respecto al 29% registrado en 1990. Estos datos subrayan un cambio considerable en las tendencias de relaciones dentro del país.
El fenómeno es más marcado entre los hombres, con un 39% de solteros en 2019 comparado con un 36% de mujeres. En 1990, ambos géneros presentaban una tasa de soltería del 29%. El estudio también señala una disminución en la tasa de matrimonio, que ha pasado del 67% en 1990 al 53% en 2019. Aunque la cohabitación aumentó del 4% al 9% en este periodo, no ha logrado contrarrestar la caída en los matrimonios.
Las características demográficas muestran variaciones por etnia. El 59% de los adultos negros de entre 25 y 54 años eran solteros en 2019, mientras que esta cifra era del 38% para los hispanos, 33% para los blancos y 29% para los asiáticos. Estos datos evidencian diferencias significativas en las tendencias de relaciones según el grupo racial.
Económicamente, los adultos solteros enfrentan mayores dificultades. El ingreso medio de los hombres solteros era de $35,600, en contraste con los $57,000 de los hombres casados. Para las mujeres, el ingreso medio era de $32,000 frente a $40,000 para las casadas. Además, un 36% de los hombres solteros y un 37% de las mujeres solteras eran considerados financieramente vulnerables, comparados con el 13% y 38% de sus contrapartes casadas, respectivamente.
En cuanto a la vivienda, el 31% de los hombres solteros vivían con al menos uno de sus padres en 2019, mientras que solo el 2% de los hombres casados lo hacían. Entre las mujeres, el 24% de las solteras residían con sus padres.
Las causas detrás de esta tendencia incluyen cambios en las actitudes hacia el matrimonio, mayor independencia financiera y un aumento en la cohabitación. El número de personas que nunca se han casado ha crecido del 17% al 33% desde 1990, lo que refleja una transformación en los valores culturales y sociales.
La soltería a largo plazo puede acarrear desafíos económicos y sociales, como la falta de apoyo financiero y la disminución en las conexiones sociales, dado que los humanos están naturalmente inclinados a buscar relaciones sociales. Estos cambios en las estructuras familiares tradicionales también tienen implicaciones importantes para las dinámicas sociales y económicas del país.
En conclusión, el incremento en la soltería resalta transformaciones significativas en las dinámicas de pareja y matrimonio en Estados Unidos, con importantes repercusiones en el ámbito económico y social.