El Commonwealth Bank of Australia (CBA), el mayor prestamista del país, ha decidido dejar de financiar a las empresas de combustibles fósiles que no cumplan con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Esta política se implementará a partir de finales de 2024, marcando un hito significativo en la lucha contra el cambio climático en el sector financiero australiano.
Según los criterios establecidos por el CBA, las empresas de combustibles fósiles deben tener un plan de reducción de emisiones a mediano plazo para 2035 y aspirar a una meta de cero emisiones que cubra al menos el 95% de la contaminación por carbono derivada de la extracción y procesamiento de dichos combustibles. Además, a aquellas empresas que no cumplan con estos requisitos no se les otorgará financiamiento corporativo, comercio o facilitación de bonos con vencimiento más allá del 31 de diciembre de 2024.
El impacto de esta decisión ya es considerable. CBA ha reducido su exposición a la financiación de la extracción de combustibles fósiles a solo el 0.2% de su exposición total. En el último año, el banco ha eliminado $700 millones en exposición de préstamos a clientes de extracción de petróleo y gas, reduciendo casi a la mitad su financiamiento en este sector en los últimos dos años.
En comparación, otros grandes bancos australianos como ANZ, NAB y Westpac continúan financiando proyectos de combustibles fósiles. Por ejemplo, ANZ reportó una reducción del 30% en las emisiones financiadas en el sector de petróleo y gas entre 2020 y 2023, mientras que NAB dejó de financiar nuevos proyectos de carbón térmico desde septiembre de 2023. Cabe destacar que Santos, una empresa de gas y petróleo, recibió un préstamo de aproximadamente $500 millones de estos rivales.
Otro aspecto destacado por el CBA es el aumento del 28% en las primas de seguros en el año hasta marzo, con un 12% de los hogares experimentando estrés en la asequibilidad del seguro de hogar. Además, los préstamos a hogares en riesgo físico alto debido al cambio climático ascienden a $30.3 mil millones, representando el 2.2% de la exposición total del banco.
La reacción de grupos climáticos no se hizo esperar. Market Forces elogió la nueva política del CBA, subrayando que el banco ha pasado de ser el mayor prestamista a los combustibles fósiles a liderar la ruptura con clientes perjudiciales para el clima. Según el contexto histórico, entre 2016 y 2020, CBA prestó $14.2 mil millones a combustibles fósiles, destiando $3.1 mil millones a nuevos proyectos. Sin embargo, en 2022 y 2023, el financiamiento total a este sector fue de solo $538 millones.
Por otro lado, Santos, una importante empresa de gas y petróleo, sigue adelante con sus planes de expansión en proyectos como Pikka en Alaska y el proyecto de gas Barossa, ambos considerados incompatibles con los objetivos climáticos globales.
Este cambio de política del CBA representa un punto de inflexión significativo en el financiamiento de combustibles fósiles en Australia, estableciendo un nuevo estándar para las instituciones financieras del país. El Commonwealth Bank of Australia, entre 2016 y 2020, prestó $14.2 mil millones a combustibles fósiles, destacándose como uno de los mayores prestamistas en el sector antes de su reciente cambio de enfoque.