Un alarmante estudio publicado en la revista científica Nature Reviews Earth and Environment y liderado por especialistas del King's College London revela que la habitabilidad de la Tierra está en riesgo debido al aumento de las temperaturas causado por el cambio climático. Según el análisis, si se alcanza el objetivo climático propuesto por el Acuerdo de París, la temperatura global promedio aumentaría 2 °C respecto a los niveles preindustriales para finales de este siglo.
Actualmente, la temperatura global promedio ha aumentado 1.5 °C en comparación con el periodo preindustrial. Un incremento adicional de 0.5 °C, llevando el calentamiento a 2 °C, triplicaría las áreas de la Tierra demasiado cálidas para ser habitadas por adultos sanos, afectando una superficie equivalente al tamaño de los Estados Unidos. En el caso de las personas mayores de 60 años, se estima que un 35% de la superficie terrestre quedará inhabitable, frente al 21% actual.
Se identificaron diversos umbrales de calor peligroso. Entre ellos, el calor "incompensable" es aquel en el que el cuerpo humano no puede regular su temperatura interna de manera eficiente, abarcando potencialmente un 40% de la superficie terrestre en un escenario de calentamiento de 4 °C. Por otro lado, el calor "insoportable" se produce cuando la temperatura central del cuerpo humano alcanza los 42 °C en menos de seis horas. Este último umbral podría afectar a personas mayores de 60 años con un calentamiento global de 2 °C, mientras que las regiones tropicales podrían enfrentar estas condiciones devastadoras con un calentamiento de 4-5 °C.
Los efectos ya son palpables. Entre 1994 y 2023, aproximadamente el 2% de la superficie terrestre cruzó los umbrales térmicos para jóvenes adultos, mientras que más del 21% lo hizo para la población mayor. Además, se registraron más de 260,000 muertes relacionadas con el calor desde el año 2000, siendo los tres episodios más mortales del siglo XXI responsables de casi 200,000 fallecimientos.
Las zonas más preocupantes incluyen el África sahariana y el sur de Asia, donde se espera que las condiciones de calor extremo y alta humedad superen los límites de supervivencia humana. Estas regiones enfrentan desafíos significativos debido a su vulnerabilidad climática, densidad de población y acceso limitado a infraestructura adaptativa.
Los investigadores han destacado la urgencia de tomar medidas preventivas para proteger la salud humana frente al aumento de las temperaturas extremas. Recomiendan asegurar el acceso a entornos más frescos y mitigar los riesgos para las comunidades más vulnerables.