Un análisis global reciente, que abarcó 276 estudios y más de 5.4 millones de participantes de 50 países, ha revelado un aumento significativo en la prevalencia de la miopía entre jóvenes de 5 a 19 años. En 1990, el 24% de este grupo de edad era miope, una cifra que ha aumentado a un 36% en 2023. Las proyecciones indican que para 2050, casi el 40% de los jóvenes, equivalente a más de 740 millones de casos en todo el mundo, serán miopes.
El incremento más notable se ha registrado en los últimos años, especialmente después de 2020. Factores como el uso prolongado de dispositivos electrónicos y la reducción del tiempo que los niños y adolescentes pasan al aire libre han contribuido a este aumento. Durante la pandemia de COVID-19, muchos jóvenes pasaron más tiempo en interiores y frente a pantallas, acelerando aún más el deterioro de la visión.
La prevalencia de la miopía varía significativamente según la región. En Asia, se espera que la cifra alcance casi el 70% para 2050. Japón destaca con un alarmante 86% de niños y adolescentes miopes, mientras que países como Paraguay presentan cifras considerablemente más bajas, con solo el 0.84%.
Demográficamente, la miopía es más común en adolescentes, afectando al 47% de ellos, y en estudiantes de secundaria, con un 45.71%. Las niñas y los jóvenes que residen en áreas urbanas tienen una mayor probabilidad de desarrollar esta condición. Las proyecciones sugieren una prevalencia global del 39.80% para 2050, lo que representa un aumento de 600 millones de casos en 2030 a más de 740 millones en 2050. Las diferencias de género en la prevalencia se atribuyen a que las niñas pasan menos tiempo al aire libre y más tiempo en actividades que requieren visión cercana.
Especialistas recomiendan incrementar la actividad física y reducir el tiempo frente a las pantallas para mitigar el riesgo de miopía en niños y adolescentes. Para abordar esta creciente preocupación de salud pública, es imprescindible implementar estrategias basadas en evidencia que prevengan el aumento de la miopía en la próxima generación. Un estudio en Japón encontró que el porcentaje de niños miopes es sumamente alto, alcanzando el 86%, una de las cifras más elevadas a nivel mundial.