Aproximadamente a 27,000 años luz de la Tierra, y con un diámetro de 23.5 millones de kilómetros, el agujero negro supermasivo Sagittarius A* aloja un sistema recientemente descubierto de estrellas binarias, conocido como D9. La investigación, conducida por el equipo del astrónomo Florian Peißker de la Universidad de Colonia en Alemania, ha sido publicada en la revista Nature Communications.
El sistema D9 está compuesto por dos estrellas que orbitan entre sí en una distancia estable próxima al agujero negro. Debido a la influencia gravitacional extrema de Sagittarius A*, se estima que estas estrellas tienen aproximadamente 2.7 millones de años y han sobrevivido durante alrededor de un millón de años en este entorno hostil. La peculiaridad de su órbita, ni muy cerca ni lo suficientemente lejos como para ser destruido por la gravedad del agujero, sugiere que estas estrellas se formaron en una región distinta antes de migrar a su ubicación actual.
Sagittarius A* tiene una masa aproximadamente 4 millones de veces la del Sol y su gravedad ejerce una influencia significativa sobre estas estrellas. Utilizando el Telescopio Muy Grande (VLT) del Observatorio Europeo del Sur, los astrónomos pudieron observar el efecto Doppler en la luz de las estrellas, confirmando su movimiento orbital característico.
Uno de los aspectos más intrigantes de este descubrimiento es su relación con las estrellas de hipervelocidad. Estas son estrellas que se desplazan a más de 1,000 kilómetros por segundo, y se teoriza que fueron parte de sistemas binarios que se acercaron demasiado a agujeros negros, resultando en la expulsión de una de las estrellas. De este modo, el estudio del sistema D9 proporciona valiosa información sobre este fenómeno.
Aunque el sistema binario D9 se encuentra actualmente en un estado de relativa estabilidad, los científicos prevén que las dos estrellas eventualmente podrían fusionarse, aunque el plazo para este evento sigue siendo incierto.
Este hallazgo no solo enriquece nuestra comprensión del comportamiento y la evolución de los sistemas estelares en las cercanías de agujeros negros, sino que también abre nuevas vías para estudiar cómo las estrellas se forman y sobreviven en condiciones extremas.