Diferentes zoológicos en Estados Unidos han lanzado propuestas singulares y cargadas de humor para conmemorar el Día de San Valentín 2025, permitiendo a los participantes dedicar elementos como insectos, vegetales y productos derivados de animales a exparejas, mientras contribuyen a la conservación animal. Aquí se detallan las iniciativas destacadas:
En el Zoológico de San Antonio, el evento \"Cry Me a Cockroach\" invita a los interesados a nombrar cucarachas por $5, vegetales por $10 o roedores por $25, los cuales serán simbólicamente dedicados y posteriormente utilizados como alimento para los animales del zoológico. A cambio, los donantes reciben una tarjeta digital conmemorativa. Desde su inicio en el año 2020, este programa ha recaudado cerca de $250,000, con incrementos significativos anuales en la participación.
Por su parte, el Zoológico de Fort Worth presenta el programa "Doo Some Good", en el cual, por $10, los participantes pueden dedicar un pound (aproximadamente 0.45 kg) de excremento en nombre de una expareja. El material recolectado se convierte posteriormente en compost gracias a una empresa externa, fomentando la sostenibilidad ambiental. Además, los donantes obtienen un certificado digital personalizado.
Otro líder en esta tendencia es el Zoológico de Bronx, conocido por su evento "Name-a-Roach". Este permite, por un costo de $15, nombrar una cucaracha de Madagascar, con la opción de tener un encuentro virtual con ella por $20 adicionales. Las ganancias del programa están destinadas a sus esfuerzos de conservación de especies en peligro. En 2024, el zoológico reportó la participación de más de 3,200 personas en esta actividad.
Mientras tanto, el Zoológico de Brookfield sigue una línea similar, permitiendo a los visitantes nombrar cucarachas por $15. Como detalle especial, este zoológico organiza un Día de Revelación durante San Valentín, donde despliegan un tablero público con los nombres de los homenajeados.
En el Zoológico de Columbus, los participantes pueden dedicar un superworm por $15, que luego es alimentado a osos perezosos. Los donantes reciben un video personalizado que captura el momento en el que el insecto es consumido, añadiendo un toque único a la experiencia.
Esta tendencia no se limita a los mencionados zoológicos, ya que establecimientos como el de Minnesota también han empezado a ofrecer iniciativas similares, permitiendo la dedicación de insectos. Estas actividades, que ganan popularidad año tras año, proporcionan una vía creativa para lidiar con la nostalgia o frustración relacionada con rupturas amorosas, al mismo tiempo que generan ingresos para programas de bienestar animal y conservación.
Culturalmente, estas propuestas han sido acogidas como una representación humorística y simbólica del desahogo emocional, atrayendo a miles de personas que buscan participar mientras apoyan una buena causa. Más allá de los aspectos humorísticos, los fondos recaudados han tenido un impacto tangible en el apoyo a diferentes iniciativas para la conservación de la biodiversidad.