La costa de Oaxaca, conocida por su atractivo turístico, se encuentra sumida en el desconcierto y temor tras reportarse la desaparición de 16 personas en los últimos dos meses. Las desapariciones abarcan localidades turísticas como Huatulco, Zipolite y Puerto Escondido, áreas previamente consideradas como seguras tanto para locales como para visitantes. Entre las víctimas se encuentran jóvenes en edades comprendidas entre los 19 y 29 años.

Los hechos más recientes incluyeron las desapariciones de Jacqueline Meza, de 23 años, y Lesly Noya, de 21 años, el pasado 28 de febrero. Otras víctimas identificadas son Raúl Emmanuel González y su pareja Yamileth López, ambos de 28 años. En total, 10 de los desaparecidos provienen de la misma área y solo una persona ha sido localizada con vida.

Un hallazgo estremecedor ocurrió cuando autoridades ubicaron un vehículo abandonado con los cuerpos sin vida de nueve de los desaparecidos a 400 kilómetros de distancia, en la autopista Oaxaca-Puebla. Este grupo, originario del estado de Tlaxcala, se encontraba vacacionando en la costa oaxaqueña. A raíz de estos hechos, investigaciones preliminares buscan esclarecer si existe algún vínculo con las fuerzas de seguridad local, como la posible implicación de policías en los sucesos.

Los nombres de las personas desaparecidas incluyen, además de los previamente mencionados, a Rolando Evaristo, Rubén Antonio Ramos, Guillermo Cortés y Angie Pérez. Estos crímenes han generado una atmósfera de incertidumbre, afectando la percepción de seguridad en las zonas turísticas, cruciales para el sustento económico del estado.

El turismo juega un papel central en la economía de Oaxaca, que presenta altas tasas de pobreza, con un 60% de su población viviendo en condiciones de precariedad. En 2024, los ingresos generados por el turismo en el estado superaron los 12,700 millones de pesos (aproximadamente 579 millones de euros). Sin embargo, esta reciente ola de violencia podría afectar dicho sector, a pesar de las afirmaciones del gobernador Salomón Jara respecto a que Oaxaca es uno de los estados con menor índice de delitos por cada 100,000 habitantes.

Además de las desapariciones, resalta la problemática más amplia del narcotráfico en la región, marcada como una \"zona de tolerancia\" debido al considerable control ejercido por el crimen organizado. Esto agrava el panorama e incrementa los temores de locales y turistas. A pesar de ello, las autoridades locales insisten en minimizar la gravedad, sosteniendo que destinos como Huatulco permanecen seguros.

En el marco nacional, México enfrenta una crisis de desapariciones, con más de 110,000 personas desaparecidas hasta la fecha. No obstante, Oaxaca presentaba cifras relativamente bajas en contraste con otros estados del país, con 746 personas desaparecidas desde 1952. Esta reciente y preocupante tendencia en la costa oaxaqueña ha suscitado preguntas sobre las causas detrás del fenómeno y ha impulsado un nuevo clamor público para intensificar acciones en contra de la violencia en la zona.

A pesar del reciente incremento en la violencia, Oaxaca ha mantenido históricamente una de las tasas más bajas de desapariciones en comparación con otras entidades mexicanas, lo que aumenta el desconcierto frente a estas masivas desapariciones en la región turística.