Corea del Norte lanzó varios misiles balísticos de corto alcance el 10 de marzo de 2025, dirigiéndolos hacia el mar Amarillo desde el condado de Hwangju, en la provincia de Hwanghae del Sur. El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur detectó los disparos minutos antes de las 14:00 hora local, confirmando que se trató de misiles con un alcance operativo inferior a los 300 kilómetros. Este lanzamiento representa la primera prueba balística del régimen de Kim Jong-un desde que Donald Trump asumió nuevamente la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero de 2025.
El lanzamiento ocurrió el mismo día en que iniciaron los ejercicios militares denominados Freedom Shield, llevados a cabo por Corea del Sur y Estados Unidos. Esta serie de maniobras, consideradas de las más importantes entre ambos países, incluyen simulaciones de conflicto total y ejercicios en tierra, mar, aire, ciberespacio y espacio exterior. Este año, el programa cuenta con 16 ensayos a gran escala, lo que representa un incremento de seis prácticas más que en su edición anterior, en 2024. Dichos ejercicios se extenderán hasta el próximo 20 de marzo.
En respuesta a estas maniobras, el Ministerio de Exteriores norcoreano calificó las acciones militares de Seúl y Washington como "un peligroso acto provocativo" y reiteró que Corea del Sur y Estados Unidos "pagarían un precio horrible" por sus ejercicios conjuntos. Es importante destacar que el lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte forma parte de una estrategia de advertencia recurrente frente a las actividades militares percibidas como provocaciones por parte del régimen.
El lanzamiento se produce además en un contexto volátil, resaltado por un incidente ocurrido el 6 de marzo de 2025, cuando dos cazas surcoreanos KF-16 bombardearon accidentalmente una zona civil en Pocheon, situada cerca de la frontera con Corea del Norte, durante un ejercicio con fuego real. Este desliz resultó en 30 personas heridas, incluyendo dos casos de gravedad, y forzó la suspensión de todos los ejercicios de fuego real por parte de las fuerzas armadas surcoreanas y estadounidenses en el país mientras se lleva a cabo una investigación.
El régimen norcoreano ha mantenido su programa balístico activo pese a las sanciones internacionales y las prohibiciones establecidas en resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que vetan el uso de tecnología balística. Desde 2022, Corea del Norte ha realizado más de 40 lanzamientos, y hasta la fecha van cinco en lo que va del año 2025. Las tensiones en la península continúan escalando con estos sucesos recientes, reafirmando el clima de inestabilidad en la región.
En los últimos años, Corea del Norte ha incrementado significativamente el número de lanzamientos de misiles balísticos. Desde 2022, se reportaron más de 40 pruebas, estableciendo uno de los récords anuales más altos de la última década.