Telefónica confirmó el 12 de marzo de 2025 la venta de su participación mayoritaria del 67,5% en Colombia Telecomunicaciones (Coltel) a la multinacional Millicom (Tigo), en una operación valuada en 400 millones de dólares, lo que equivale a unos 367 millones de euros según el tipo de cambio actual. El anuncio fue comunicado oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Coltel, donde el Estado colombiano es dueño del 32,49%, mientras que el 0,01% restante pertenece a accionistas minoritarios, verá un cambio en su estructura accionarial tras el acuerdo. Millicom se ha comprometido, además, a adquirir las participaciones de estos pequeños accionistas bajo las mismas condiciones pactadas con Telefónica, con el objetivo de asegurar el control del 100% de la compañía.
La transacción aún está sujeta a la aprobación de diversos organismos regulatorios en Colombia y requiere acuerdos con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público de la República de Colombia, así como con Empresas Públicas de Medellín. Telefónica y Millicom han señalado que el proceso avanzará una vez se cumplan estas condiciones.
Esta venta se enmarca en la estrategia de Telefónica de reducir su exposición en mercados hispanoamericanos, priorizando la generación de ingresos y la optimización de sus operaciones. Como parte de esta política, el pasado 24 de febrero de 2025, la compañía también acordó la venta de su negocio en Argentina a Telecom Argentina por 1.245 millones de dólares, equivalentes a aproximadamente 1.189 millones de euros.
Por su parte, Millicom anunció su intención de invertir en el fortalecimiento del sector de telecomunicaciones en Colombia. Según la compañía, su prioridad será generar una entidad con la capacidad financiera necesaria para realizar inversiones estratégicas en redes y espectro, alineándose con los objetivos nacionales de aumentar la inclusión digital y modernizar las infraestructuras tecnológicas del país.
La decisión de Telefónica de desinvertir en varias filiales hispanoamericanas responde a la necesidad de reestructuración financiera de la empresa y a la búsqueda de oportunidades más rentables en mercados prioritarios. Este movimiento destaca una estrategia orientada a concentrar esfuerzos en regiones clave y consolidar su posición en mercados de alta competitividad.
Telefónica confirmó el 12 de marzo de 2025 la venta de su participación mayoritaria del 67,5% en Colombia Telecomunicaciones (Coltel) a la multinacional Millicom (Tigo), en una operación valuada en 400 millones de dólares, lo que equivale a unos 367 millones de euros según el tipo de cambio actual. El anuncio fue comunicado oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Coltel, donde el Estado colombiano es dueño del 32,49%, mientras que el 0,01% restante pertenece a accionistas minoritarios, verá un cambio en su estructura accionarial tras el acuerdo. Millicom se ha comprometido, además, a adquirir las participaciones de estos pequeños accionistas bajo las mismas condiciones pactadas con Telefónica, con el objetivo de asegurar el control del 100% de la compañía.
La transacción aún está sujeta a la aprobación de diversos organismos regulatorios en Colombia y requiere acuerdos con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público de la República de Colombia, así como con Empresas Públicas de Medellín. Telefónica y Millicom han señalado que el proceso avanzará una vez se cumplan estas condiciones.
Esta venta se enmarca en la estrategia de Telefónica de reducir su exposición en mercados hispanoamericanos, priorizando la generación de ingresos y la optimización de sus operaciones. Como parte de esta política, el pasado 24 de febrero de 2025, la compañía también acordó la venta de su negocio en Argentina a Telecom Argentina por 1.245 millones de dólares, equivalentes a aproximadamente 1.189 millones de euros.
Por su parte, Millicom anunció su intención de invertir en el fortalecimiento del sector de telecomunicaciones en Colombia. Según la compañía, su prioridad será generar una entidad con la capacidad financiera necesaria para realizar inversiones estratégicas en redes y espectro, alineándose con los objetivos nacionales de aumentar la inclusión digital y modernizar las infraestructuras tecnológicas del país.
La decisión de Telefónica de desinvertir en varias filiales hispanoamericanas responde a la necesidad de reestructuración financiera de la empresa y a la búsqueda de oportunidades más rentables en mercados prioritarios. Este movimiento destaca una estrategia orientada a concentrar esfuerzos en regiones clave y consolidar su posición en mercados de alta competitividad.