La industria del software en Colombia se ha consolidado como un sector estratégico para la economía del país. Con una contribución de COP$45 billones anuales, lo que representa el 3,4% del Producto Interno Bruto (PIB), el sector continúa creciendo y se ha trazado ambiciosos objetivos de expansión internacional. En 2022, las exportaciones alcanzaron los 1.000 millones de dólares y se proyecta que, para el cierre de 2024, lleguen a 1.300 millones de dólares, lo que equivaldría al 8% de las exportaciones de servicios de Colombia.

Estados Unidos, México, España, Ecuador y varios países de Centroamérica figuran entre los principales destinos de estas exportaciones. Según Ximena Duque, presidenta de la Federación Colombiana de la Industria del Software y TI (Fedesoft), múltiples empresas colombianas están estableciendo sedes en el extranjero para posicionarse en mercados más competitivos. El liderazgo de Estados Unidos en este aspecto es evidente, aunque países como Panamá y España también han mostrado un crecimiento como puntos estratégicos.

Sin embargo, a pesar de la expansión internacional y del aumento en ingresos, la industria enfrenta retos estructurales importantes. El 95% de las empresas del sector son pequeñas, mientras que el 2% de las compañías concentra el 80% de los ingresos. Este nivel de concentración refleja una marcada desigualdad y una necesidad urgente de fortalecer las capacidades de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Adicionalmente, uno de los principales obstáculos radica en las complicaciones para acceder a financiamiento. La mayoría de las empresas tecnológicas no cuentan con activos tangibles para respaldar préstamos, ya que el valor de su negocio reside esencialmente en sus desarrollos de software. Aunque se han implementado líneas de crédito especializadas, los altos costos asociados a las tasas de interés y la inflación dificultan que estas opciones sean accesibles para muchas empresas emergentes.

En el ámbito regulatorio, la estabilidad de las políticas internas también afecta las inversiones del sector. La incertidumbre en temas como el sistema de salud ha llevado a que algunos proyectos sean suspendidos, limitando el crecimiento de ciertas empresas tecnológicas que dependen de la implementación de innovaciones en este ámbito.

Por otro lado, la demanda global de talento digital ha transformado el panorama laboral, llevando a muchos profesionales colombianos a trabajar de manera remota para compañías internacionales. Este fenómeno, que se aceleró con la pandemia, representa un desafío para la retención de talento dentro del país, especialmente en roles semisenior y senior, donde existe una alta rotación. Ante esta situación, Fedesoft ha desarrollado iniciativas para mejorar la formación de profesionales y mitigar el impacto de la pérdida de empleados clave.

En respuesta a estos desafíos, la industria del software en Colombia considera esencial fortalecer las estrategias de exportación, lo que permitiría incrementar la competitividad de sus empresas en mercados internacionales. Además, la capacidad de ofrecer salarios más atractivos sería fundamental no solo para retener el talento interno, sino también para reducir la fuga de profesionales hacia mercados más consolidados.

El 95% de las compañías de software en Colombia son pequeñas empresas, lo que contrasta con el hecho de que solo el 2% del sector concentra el 80% de los ingresos totales.