El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el jueves la suspensión de aranceles a la mayoría de las importaciones provenientes de México durante un mes, citando los beneficios de cooperación entre ambos países. La medida incluye productos que cumplen con las reglas del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC), el cual firmó en su primer mandato presidencial.

La decisión se dio un día después de extender un aplazamiento de 30 días a los fabricantes de automóviles afectados por los aranceles del 25 % aplicados tanto a Canadá como a México. Las industrias automotriz y relacionadas habían expresado preocupación por los daños económicos que generarían estos impuestos. Según el economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics, William Jackson, el 10 % de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos quedan fuera de los beneficios del T-MEC debido a dificultades para cumplir con los requisitos de contenido regional, afectando principalmente a productos automotrices y maquinaria.

México representa más del 25 % de las importaciones estadounidenses y casi un tercio de sus exportaciones. A pesar de que la noticia fue bien recibida, los mercados financieros de Estados Unidos se mostraron inestables. El índice S&P 500 registró una caída del 2 % durante el día posterior al anuncio, reflejando inquietud entre los inversores, quienes se mantienen atentos a las políticas comerciales de Trump.

En sus redes sociales, Trump mencionó haber alcanzado el acuerdo con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacando los esfuerzos conjuntos para fortalecer la seguridad fronteriza y combatir el tráfico de fentanilo. Por su parte, Sheinbaum agradeció al mandatario estadounidense, calificando la conversación como un diálogo "excelente y respetuoso" que refleja una colaboración sin precedentes.

La suspensión, que culminará el próximo 2 de abril, no impactará los aranceles ya anunciados por Trump para el acero y aluminio, los cuales se implementarán el 12 de marzo, ni otros gravámenes "recíprocos" anunciados para abril, destinados a equilibrar el comercio internacional. Además, aún no se ha confirmado si se brindará una prórroga similar a Canadá, donde el primer ministro, Justin Trudeau, calificó la situación como una "guerra comercial iniciada por Estados Unidos".

Los asesores de Trump, entre ellos el secretario del Tesoro, Scott Bessent, reconocieron que estos impuestos podrían aumentar temporalmente los precios, pero señalaron que forman parte de una estrategia económica más amplia que incluye el aumento en la producción de energía y la reducción de regulaciones.

Cabe señalar que productores como BMW, que opera en San Luis Potosí, México, se ven obligados a pagar aranceles debido a que ciertas exportaciones no cumplen con los términos del T-MEC. Entretanto, mientras las industrias se adaptan a estas fluctuaciones comerciales, los analistas señalan que la volatilidad continuará afectando los mercados y alentando el debate sobre la eficacia de estas políticas.

El Acuerdo T-MEC, firmado en 2020 para reemplazar al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), incluye estrictos requisitos para el contenido regional de productos, especialmente en la industria automotriz, lo que ha generado desafíos para empresas que operan en múltiples territorios.