Sam Bankman-Fried, quien en su apogeo lideraba FTX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más influyentes, atraviesa un esfuerzo concertado para conseguir un indulto presidencial de Donald Trump. El exmagnate, condenado a 25 años de prisión por cargos de fraude, conspiración y lavado de dinero al apropiarse de 8.000 millones de dólares de fondos de clientes, ha contado con el respaldo fundamental de quienes lo apoyan más cercanamente, incluyendo a sus padres, Joe Bankman y Barbara Fried, ambos profesores de derecho en Stanford y demócratas activos.
A pesar de que no hay evidencias que indiquen un contacto directo entre Bankman-Fried, sus aliados y el expresidente Trump o su equipo en la Casa Blanca, la estrategia parece enfocarse en aprovechar la tendencia de Trump a otorgar clemencia a personas que se conectan con su círculo cercano o cuyas causas despiertan su interés. Según seis personas con conocimiento del caso, las gestiones han incluido consultas con Kory Langhofer, un abogado de Arizona que trabajó en campañas presidenciales de Trump, y comunicaciones con lobbistas de Washington.
La iniciativa también busca influir indirectamente en Trump. Por ejemplo, Joe Bankman coescribió recientemente un artículo de opinión para The Washington Post, en el que elogió un plan de Trump destinado a la creación de un fondo soberano de riqueza como una iniciativa capaz de aumentar la productividad corporativa. Además, el propio Bankman-Fried, en una entrevista reciente desde el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, habló positivamente sobre las políticas de Trump hacia la industria de las criptomonedas, sugiriendo que su administración podría relanzar este sector.
El punto más destacado de estos esfuerzos hasta el momento ha sido una entrevista de aproximadamente 43 minutos concedida al periodista Tucker Carlson. La videollamada, realizada desde prisión sin la aprobación de la Oficina de Prisiones, generó controversia, lo que derivó en que Bankman-Fried fuera recluido en régimen de aislamiento después de su publicación. Durante la entrevista, describió un cambio de lealtad política hacia los republicanos en Washington en el momento de su arresto y expresó interés en el futuro de las criptomonedas bajo el liderazgo de Trump.
Cabe señalar que parte del argumento de los aliados de Bankman-Fried para conseguir clemencia se centra en señalar posibles fallos en el proceso judicial que concluyó con su condena. Sus abogados han argumentado que el juez Lewis A. Kaplan, quien estuvo a cargo del juicio, restringió injustamente la presentación de pruebas fundamentales que habrían contradicho a la fiscalía. Kaplan, además, supervisó previamente el caso de difamación presentado contra Trump por la escritora E. Jean Carroll, una conexión que los defensores del exmagnate de criptomonedas consideran relevante.
Sin embargo, las posibilidades de éxito son inciertas. Bankman-Fried no se alinea fácilmente con el perfil de quienes típicamente reciben indultos de Trump, especialmente considerando sus donaciones millonarias a los demócratas y su oposición manifiesta al expresidente en el pasado. Además, su caso fue duramente criticado por figuras prominentes del mundo de las criptomonedas, incluida la condena pública de Elon Musk, un influyente asesor cercano a Trump.
A pesar de las críticas y obstáculos, Bankman y Fried continúan trabajando con Langhofer y otros contactos políticos en su búsqueda por obtener clemencia. Estas gestiones también han generado tensiones internas: tras la publicación del video de Carlson, Mark Botnick, portavoz de larga data de Bankman-Fried, presentó su renuncia, declarando que no estaba al tanto de la entrevista hasta que vio su circulación en línea.
En tanto, Donald Trump ha mostrado inclinaciones a otorgar clemencia en casos con repercusiones políticas. Un ejemplo notable fue su indulto a Ross Ulbricht, fundador del Silk Road, un mercado negro en línea asociado con criptomonedas, quien cumplía una cadena perpetua. Esta decisión, y el entusiasmo de los ejecutivos de criptomonedas en su campaña por impulsar una política favorable al sector, podrían ser utilizados como precedente por los aliados de Bankman-Fried.
Mientras tanto, el propio Bankman-Fried ha intentado recuperar espacio en la esfera pública. Ha publicado comentarios en la plataforma X, destacando temas que podrían relucir ante Trump, como las políticas contra la burocracia en el gobierno federal. Sin embargo, inclusive estas acciones han sido recibidas con escepticismo por parte del círculo criptográfico y público en general.
El colapso de FTX en noviembre de 2022 marcó un punto crítico en la caída de Bankman-Fried, quien hace tan solo tres años era multimillonario, conocido por sus importantes donaciones políticas y asociaciones con celebridades como Tom Brady y Katy Perry.
Bankman-Fried cumplió 33 años el mismo día en que la entrevista con Tucker Carlson fue publicada, destacando un contraste drástico con los años en los que estuvo entre los líderes más prominentes del sector de las criptomonedas.