Donald Trump ha insistido en varias ocasiones en que recibió una economía devastada tras el término del mandato de Joe Biden. Sin embargo, un análisis de diversos indicadores económicos contradice esta afirmación, mostrando que Biden dejó a Estados Unidos en una posición sólida, aunque con retos derivados de la pandemia y factores globales.
Uno de los datos más destacados radica en el empleo. Durante los cuatro años de administración de Biden, se crearon 16.6 millones de puestos de trabajo, la cifra más alta jamás registrada en un periodo presidencial de cuatro años en el país. Además, Biden logró recuperar 750,000 empleos en el sector manufacturero, rompiendo récords que no se veían desde la década de 1970. Por el contrario, en el primer mandato de Trump, se perdieron 2.7 millones de empleos, posicionándose como el primer presidente desde Herbert Hoover en registrar un saldo negativo de empleos.
En cuanto al desempleo, cuando Biden dejó el cargo, la tasa se encontraba en 4.1%. Durante su presidencia, la tasa promedio fue la más baja desde los años 60, mostrando una gestión destacada en la recuperación económica tras la crisis pandémica. Asimismo, los ingresos ajustados por inflación incrementaron en aproximadamente $4,000 para los trabajadores estadounidenses, apuntalados por políticas que impulsaron negociaciones sindicales que resultaron en aumentos salariales de hasta 60% en sectores clave como automóviles, puertos y transporte.
Otro punto crucial es la inflación. Aunque este problema fue percibido como una preocupación significativa por los ciudadanos, al término del mandato de Biden, la inflación había descendido al 2.9%, una reducción de más de dos tercios desde su pico máximo y cercana al objetivo establecido por la Reserva Federal.
El Producto Interno Bruto (PIB) también mostró un notable crecimiento, alcanzando un incremento del 3.1% en la economía estadounidense al final del periodo de Biden. Este desempeño fue superior al de otras economías del G7, como Reino Unido, Francia y Alemania, reflejando una recuperación robusta tras los desafíos de la pandemia.
En paralelo, los mercados bursátiles experimentaron alzas significativas. El índice Dow Jones Industrial Average subió un 39% y el S&P 500 creció un 55.7%, con un aumento particularmente destacado del 28% solo en 2024. En comparación, el mercado de valores ha mostrado una tendencia a la baja desde que Trump asumió el cargo.
No obstante, el mandato de Biden no estuvo exento de desafíos económicos, algunos de ellos relacionados con factores globales como la guerra en Ucrania. Estos problemas se manifestaron especialmente en la asequibilidad de la vivienda y ciertos períodos de inflación más elevada, aunque lograron estabilizarse con el tiempo. Por otro lado, los economistas han advertido que el enfoque comercial de Trump, basado en aranceles y guerras comerciales, podría provocar una recesión y generar aún más incertidumbre en los mercados al desalentar la inversión empresarial.
En defensa de los logros económicos de Biden, expertos como Paul Krugman y Mark Zandi han señalado que la economía que dejó pudo calificarse como "muy cercana a una economía Goldilocks", un término que describe un estado económico con un equilibrio saludable entre crecimiento, inflación y desempleo.
En suma, los datos demuestran discrepancias significativas entre las afirmaciones de Trump y la realidad económica al final del mandato de Biden, sugiriendo que el país no estaba, como se ha alegado, en una posición desastrosa.
Joe Biden registró la mayor creación de empleos en un solo mandato presidencial en la historia de los Estados Unidos, sumando 16.6 millones de nuevos puestos de trabajo en cuatro años.