El gigante automovilístico Tesla atraviesa un periodo crítico en China, considerado el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, con un declive continuo en sus operaciones. En febrero de 2025, los envíos de Tesla cayeron un 49% interanual, alcanzando solo 30,688 unidades, cifra que no se veía tan baja desde julio de 2022, cuando se enviaron 28,217 vehículos. Este descenso marcó el quinto mes consecutivo de caída en los envíos registrados por la compañía en este mercado clave.

Parte de esta contracción se atribuye a los ajustes realizados en su fábrica en Shanghái, donde Tesla tuvo que reequipar varias de sus líneas de producción para optimizar la eficiencia y preparar el relanzamiento del Modelo Y. Este proceso ha reducido temporalmente la capacidad de producción, provocando una pausa prolongada en los niveles de operación regulares.

El impacto de estos cambios operativos no solo ha afectado directamente las cifras de producción, sino también la posición de Tesla en el mercado. Actualmente, la compañía ocupa el puesto número 11 en cuota de mercado dentro de China, con una participación del 2.6%, el registro más bajo en los últimos 12 meses.

Mientras Tesla lucha por mantener su posición, BYD, su principal competidor local, ha logrado un crecimiento sin precedentes. Desde que abandonó la fabricación de vehículos con motores de combustión interna en marzo de 2022, BYD ha consolidado su presencia, alcanzando una cuota de mercado cercana al 15%. En febrero de 2025, BYD vendió más de 318,000 automóviles totalmente eléctricos e híbridos, reflejando un notable aumento interanual del 161%. Además, las exportaciones de BYD se dispararon a 67,025 unidades, marcando su récord histórico en ventas internacionales.

El mercado chino parece inclinarse hacia vehículos más económicos y tecnológicamente avanzados, un segmento donde BYD ha sobresalido frente a Tesla. Mientras que los modelos de Tesla, como el Modelo Y y el Modelo 3, tienen un coste promedio de 33,500 dólares por unidad incluso tras reducciones de precio, BYD ofrece alternativas más asequibles. Por ejemplo, su modelo más popular, el Song Plus, oscila entre 21,000 y 30,000 dólares, y el modelo más económico, el Seagull, tiene un precio promedio de 9,900 dólares.

Además de sus precios competitivos, BYD ha reforzado su presencia con avances en software, como la incorporación de tecnologías avanzadas de asistencia al conductor en sus modelos más accesibles. Mientras tanto, Tesla también ha introducido capacidades de asistencia al conductor, similares a su paquete Full Self-Driving disponible en Estados Unidos. Sin embargo, el costo de esta tecnología en China es de 64,000 yuanes (aproximadamente 8,800 dólares), lo que equivale casi al precio completo del modelo más económico de BYD, el Seagull.

La situación pone de relieve el desafío que Tesla enfrenta en China: ajustarse a un mercado dominado por consumidores que priorizan el coste y la funcionalidad sin comprometer la tecnología. Para ello, la compañía podría estar contemplando la posibilidad de integrar más componentes locales en su producción y recalibrar sus estrategias de mercado para seguir siendo competitiva en un entorno cada vez más complejo.

China no solo es el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, sino que también representa más del 60% de la producción global de baterías para automóviles eléctricos, un dato crucial que subraya su importancia estratégica para la industria automotriz.